Claudio Belloso, director del Centro de Ingenieros Especialistas de Rosario, quien presentó en la Municipalidad un estudio que hizo la entidad sobre el impacto ambiental de la quema en las islas entrerrianas, advirtió que "cuando se queman residuos vegetales, se producen dos compuestos que son cancerigenos, dioxina y furano". Cecilia Bianco, del Taller Ecologista, también coincidió con Belloso: "Acá, en el momento que se está produciendo la quema, hay una liberación de contaminantes, que nos afectan a largo plazo". Por otro lado, Belloso señaló que de prosperar una iniciativa del gobierno de Entre Ríos de arrendar 130 mil hectáreas para el ganado, las consecuencias ambientales no son muy buenas.

En los últimos años se triplicó el ingreso de hacienda en las islas. Las superficies que antes se utilizaban para las pasturas hoy se dedican exclusivamente al cultivo de soja y en consecuencia, para el productor ganadero, la zona de islas es un buen lugar para tener los animales. Porque para poder tener pasto nuevo, la manera más rápida que tiene el productor es prender fuego. Y si a esto se suma la sequía que está atravesando la región, además de los cambios de dirección de los vientos; el combate de los incendios, a pesar de los esfuerzos de los encargados de apagarlos, y el seguimiento de los funcionarios del Plan Nacional de Manejo del Fuego, dista mucho de tener una solución, al menos en lo inmediato.

Bianco, del Taller Ecologista, explicó que una de las graves consecuencias de los incendios en las islas es la liberación de sustancias contaminantes, que no solo provocan afecciones a las vías respiratorias. "Acá, en el momento que se está produciendo la quema, hay una liberación de contaminantes, en este caso dioxinas y furanos, que nos afectan a largo plazo, a nivel de los sistemas reproductivos e inmunológicos, porque son disruptores hormonales que se mimetizan y alteran la información a las células y ahí aparecen los problemas. El panorama en un futuro, con una fuente repetida de estos contaminantes, como la quema de pastizales, no es muy bueno".

Para Bianco la solución pasa por "aplicar el Convenio de Estocolmo, que indica claramente que ante fuente de dioxinas y furanos, hay que eliminarlas y cambiar las prácticas, que es otra de las exigencias que tiene esta ley".

En tanto, Belloso fue más explícito en declaraciones a Radio 2: "Hace dos meses nos reunimos con funcionarios del Gobierno de Entre Ríos, y recordando la acción del humo que recibimos en la ciudad, les saqué el tema y ellos lo minimizaron por completo, como diciendo que lo que nosotros sufrimos es directamente humo... Es una situación de desidia. Si dejamos de lado el particulado y el humo, estamos viendo la punta del iceberg. El impacto que viene es cuando se arrienden las 130.000 hectáreas para la cría de ganado, cuando esta cría se realiza en el delta, en una zona de islas, es muy distinto su impacto ambiental que cuando se realiza en zonas continentales. La producción de residuos de materia fecal del ganado va a ir a parar a la capa freática, esto está compuesto por nitrógeno y fósforo, y va a ir a parar directamente a los pequeños riachos de la zona de islas. Cuando se produce un aumento de nutrientes de este tipo, no se desarrollan las plantas acuáticas, que son el alimento de los peces, y empieza a disminuir el número de las especies ictícolas... Es un cambio muy fuerte, del que no habla nadie, y es lo que va a pasar si el gobierno de Entre Ríos alquila estas hectáreas para la cría de ganado... Esto se va a dar en 3 o 4 años".

--Las vacas son corridas al delta porque allí se siembra soja...-señaló el periodista Alberto Lotuf.

--Esta actividad es riesgosa, se va a disminuir en gran forma la calidad del agua, no sólo en las islas, sino que va a repercutir directamente sobre el río Paraná, pese al gran caudal que tiene. Lo digo en función de varios informes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y de su Agencia de Protección del Medio Ambiente. El 50 por ciento de los riachos y arroyos, están contaminados por nitrógeno y fósforo justamente por la actividad ganadera, porque no se tomaron los recaudos en su momento. Esto debería declararse un parque nacional, porque son zonas que no se deben tocar.

"La Secretaría del Medio Ambiente de Nación debería tomar cartas en el asunto, porque a nivel local va a ser muy difícil que podamos hacer algo, la emergencia ambiental para el material particulado y el humo es complicado, yo haría algo más completo para evaluar el impacto... Hablo de algo que se va a generar a 100 kms. aguas arriba, y 100 kms. aguas abajo", puntualizó.

-¿En cuánto tiempo proyecta la contaminación si se continúa con este tipo de actividad ganadera?

-Lo primero afectado es la zona de islas, lo tendrán en 3 o 4 años... verán un riachuelo, zonas estancas que las van a ver eutroficadas. Esto sería la zona que tiene una cantidad de nutrientes importantes que se queda sin oxígeno y finalmente se transforma en una especie de riachuelo como el que tenemos en Buenos Aires.

-¿El daño actual de la quema de pastizales es significativo?

-Sí, para decirlo más sencillamente, cuando se queman residuos vegetales, se producen dos compuestos que son cancerigenos, dioxina y furano... Es lo que aspiramos cuando el viento es noreste y sureste, que son los vientos más frecuentes en la zona.