Con tres jueces confirmados para revisar el fallo que condenó a 16 años de prisión al acusado de asesinar a Mercedes Delgado, la militante social de barrio Ludueña que quedó en medio de un tiroteo entre bandas, su familia espera fecha para la audiencia oral y pública donde exigirán que la pena quede firme. "Tendría que haber sido perpetua; pero hoy es un día histórico, en el que puedo llorar a mi madre", dijo Juan Ponce, en febrero pasado, cuando el juez de Sentencia José Luis Mascali dio su veredicto. Hoy, junto con los abogados querellantes de Centro de Asistencia a la Víctima (CAJ) preparan los alegatos para decir por qué debe mantenerse la condena de Héctor Daniel Riquelme, y responder a los planteos que hará la defensa del imputado, quienes apelaron la sentencia porque sostienen que el homicida actuó en legítima defensa, mientras estaba recibiendo disparos de la banda contraria.

Apenas pasaron poco más de tres años del brutal crimen de Mercedes Delgado, su homicida recibió condena en febrero. El año pasado, el mismo juez Mascali condenó a tres jóvenes que participaron de la balacera de aquel 8 de enero de 2013, que terminó con la muerte de Mecha. Las pruebas determinaron que Riquelme fue quien "siguió tirando" y le dio un disparo mortal a la militante social y cocinera del centro comunitario San Cayetano, cuando ella salió a buscar a su hijo menor a la calle.

Al analizar la pena, Juan -uno de los seis hijos de Mercedes- consideró que "es una condena buena a lo que se viene dando en otros casos. Mucho de este resultado fue logrado desde la calle, sobre todo que Mecha sea reconocida por gente que no sabía que ella existía y cuál era su trabajo, su esfuerzo", dijo por aquellos días.

En su momento, también destacó el trabajo de los abogados del CAJ, Ricardo Lamas, Virginia Llaudet y Adriana Lucero, quienes "hicieron la lucha puertas adentro del Tribunal", como querellantes en la causa. "Ellos me abrieron la puerta. Trabajaban desde adentro y nosotros desde afuera", planteó.

El reclamo de justicia de los hijos de Mercedes comenzó a ver resultados cuando Mascali condenó, en octubre de 2015, a tres jóvenes implicados en el tiroteo de barrio Ludueña, para quienes dictó penas de entre 5 y 7 años de cárcel, por los delitos de "tentativa de homicidio y portación de armas". Uno de esos acusados es hijo de Riquelme.

Estos jóvenes fueron los primeros apresados en el marco de la causa, ya que Riquelme estuvo prófugo 20 meses, hasta que fue detenido en septiembre de 2014, por personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), en Santa Fe. Tres meses después, la jueza Irma Patricia Bilotta lo procesó y mandó a juicio, por encontrarlo probable autor material de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego", contra la cocinera que alimentaba a unos 400 niños; y por la "tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y la participación de un menor de edad (otro de sus hijos)" contra los integrantes de la banda con la que se disputaban territorio.

Según el expediente, al imputado se lo acusó de que "encontrándose en su domicilio de calle Bielsa 6049, junto con otras personas entre las cuales se hallaba un menor de edad, realizó disparos de arma de fuego contra David Ferriol, Ramón y Jonatan Piedrabuena (los condenados en el otro expediente), con el propósito de darles muerte; cuando uno de los disparos impactó en el cuerpo de Delgado, quien caminaba por calle Bielsa al 6100".

Uno de los relatos más fuertes del expediente señala: "La veo a Mercedes que venía caminando (buscando a su hijo, porque escuchó los disparos) y le grité que venga a casa, que se apure, que corra, y ella me miró sonriente, cuando siento dos tiros y veo a Mercedes que gira y se cae sobre la puerta de la casa lindera a la mía".