[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

"La intención era generar el resultado muerte", dijo ayer el fiscal de Cámara, Guillermo Camporini, en la audiencia de apelación a la condena de Héctor Daniel Riquelme (en la foto junto a su abogado), sentenciado por matar a la militante social de barrio Ludueña, Mercedes Delgado. "Actuó como un pistolero", agregó Ricardo Lamas, querellante del Centro de Asistencia Judicial. Las frases llegaron a modo de respuesta al reclamo del abogado del imputado, que alegó "legítima defensa", porque a su cliente "le estaban tiroteando la casa y quiso proteger a su familia, porque ya habían hecho lo mismo el día anterior". Camporini y la querella demostraron que cuando había cesado el tiroteo y los atacantes se iban, "Riquelme siguió tirando" e hirió a Mercedes, que salió a buscar a su hijo menor al oír las balas. Familiares y amigos de la víctima se movilizaron a Tribunales para que se confirme la condena a 16 años de cárcel.

En calle Balcarce al 1600 quedaron plasmados ayer los nombres de unas 15 víctimas de homicidio que periódicamente llevan su reclamo por justicia a las puertas de Tribunales. Un puño, en representación de las luchas, y una llama fueron las imágenes de la jornada cultural y barrial que realizó el centro comunitario San Cayetano, donde "Mecha" --como la conocían en el barrio-- cocinaba para unos 400 niños.

En el inicio de la audiencia, el abogado Rodrigo Mazzuchini señaló ante los camaristas Georgina Depetris, Daniel Acosta y Carlos Carbone que la pena "es excesiva", ya que lo consideró "un caso de legítima defensa, exceso en la legítima defensa o un homicidio culposo". El letrado habló de un intento de Riquelme por defender a su familia, cuando los Ferriol y Piedrabuena fueron a tirotearle la casa aquella tarde del 8 de enero de 2013. "Adentro estaban sus nietos", dijo el letrado. También negó que haya disparado con la intención de matar.

Sin embargo, el fiscal Camporini tiró por tierra con esa versión. "El enfrentamiento a tiros se da porque las broncas eran de hacía tiempo; y el hecho de que en ese caso no haya heridos no quiere decir que no haya habido intención de matar. Sus peleas hacían insostenible la vida en el barrio. La muerte de Mercedes Delgado demuestra que los tiros no eran al aire: cuando los Ferriol y Piedrabuena -condenados por el tiroteo- se empiezan a ir, Riquelme siguió tirando. ¿Dónde hay legítima defensa? En ese seguir tirando produjo la muerte de la mujer que nada tenía que ver y que trabajaba por el barrio", expresó.

En tanto, el abogado del CAJ Ricardo Lamas sostuvo: "Su conducta homicida, como pistolero, terminó con la vida de Mercedes". Además, llevó imágenes a los jueces del lugar donde cayó tendido el cuerpo de la militante social. "No se repelió un ataque, sino que se dispararon armas en un barrio, una tarde de verano, con una esquina llena de chicos".

Riquelme estuvo prófugo 20 meses, hasta que fue detenido en septiembre de 2014, en Santa Fe. Tres meses después, la jueza Irma Patricia Bilotta lo procesó y mandó a juicio, por encontrarlo autor material de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego", contra la cocinera, y por la "tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y la participación de un menor de edad (otro de sus hijos)" contra los integrantes de la banda con la que se disputaban territorio.

Tras ello, en febrero pasado, el juez José Luis Mascali condenó al imputado a la pena de 16 años de prisión; mientras que los implicados en la balacera previa fueron sentenciados en otro juicio a penas de entre 5 y 7 años de cárcel. Ayer se apeló la pena de Riquelme y los magistrados darán a conocer su decisión en los próximos días.