El descanso dominical arrancó con un acatamiento del 95 por ciento en Rosario, según las estimaciones de Empleados de Comercio. Solo Coto y Jumbo desobedecieron la ley provincial. Serán multados por el Ministerio de Trabajo. De todos modos, la incidencia de esta rebeldía fue "mínima" en la adhesión a la norma, de acuerdo con la evaluación del gremio mercantil. No hubo incidentes, pero fue llamativa la presencia policial en los hipermercados que resolvieron abrir. Unos quince inspectores de la cartera laboral y del Ministerio de la Producción fiscalizaron en toda la ciudad el cumplimiento de la ley, labraron actas, y se encargarán de aplicar duras sanciones si las cadenas no se suman a la medida. "Se ha recuperado un derecho, se ha hecho justicia, un derecho que tiene más de 110 años, que fue cercenado a través de un decreto durante el menemismo", celebró el secretario de Prensa del gremio, Walter Pereyra.

Los días previos fueron de extrema tensión, sobre todo por la negativa de la cadena nacional Coto de acatar una ley sancionada por diputados y senadores, promulgada por el gobernador y avalada por el Concejo municipal. La firma defendió su postura de la manera más frontal posible: obligó a los trabajadores a concurrir a sus puestos de trabajo bajo amenaza de despido, cambió condiciones laborales, plantó patovicas en los lugares de trabajo y desembarcó en la ciudad con toda la gerencia de Buenos Aires "para hostigar a los trabajadores" y presionar así al Poder Judicial, con el propósito de que dictamine un fallo a su favor. En los locales de ambas cadenas infractoras pudo verse la presencia sostenida de policías, ante la posibilidad de que hubiera una manifestación de repudio gremial. En cuanto a la concurrencia de clientes, el panorama fue dispar según cada sucursal. Los consumidores parecieron haber empezado a tomar nota de la norma vigente.

No lo logró, pero tampoco se plegó a la ley, y sus cinco sucursales rosarinas abrieron como siempre. También se sumó a la desobediencia Jumbo, con el supermercado que tiene dentro del shopping El Portal. El sábado, a media tarde, la empresa sorprendió y le comunicó a todos los trabajadores que no acataría la ley. "Pero la mayoría no asistió haciendo uso de su franco, porque no se les dio en la semana. Hoy (por ayer) con nuestro cuerpo de delegados de ese lugar y el gremio, constatamos que fueron solo tres trabajadores más el personal jerárquico, y terminaron atendiendo ellos", describió Pereyra. Carrefour, Libertad -que habían intentado al principio resistir la norma- y otras cadenas locales se sumaron sin trabas y ayer bajaron la persiana. La norma, que prohíbe a los supermercados con una superficie de 1.200 metros cuadrados o más abrir los domingos, involucra a 41 establecimientos pertenecientes a 12 firmas comerciales.

Pese a que la resistencia de Coto fue lo que más ganó la atención, su incidencia en el exitoso comienzo del descanso dominical fue insignificante, según el gremio. Porque junto con Jumbo representaron, según fuentes de Empleados de Comercio, el 5 por ciento del total de los negocios afectados. Es decir, poco y nada. No obstante, el sindicato que dirige Luis Batistelli se comprometió a "seguir trabajando" para que el acatamiento a la ley "no sea parcial". Pereyra llevó tranquilidad al asegurar que "no se va a perder ningún puesto de trabajo".

Como consecuencia, Trabajo y Producción aplicarán a Coto y Jumbo las sanciones definidas por ley, equivalente a la suma de hasta diez salarios mínimos, vital y móvil por cada establecimiento en infracción. Además, la norma establece que a la tercera violación de la ley, se podrán clausurar de oficio los locales por diez días corridos.

"Se va a fortalecer el pequeño almacén que no tiene forma económica de competir con un mayorista como Coto, que en estos últimos seis meses se convirtió en uno de los más grandes importadores del país, metiendo saldos de todo el mundo, en detrimento de los pequeños productores argentinos", remató Pereyra.