La inauguración del nuevo edificio de la Maternidad Martin le permitió ayer al intendente Miguel Lifschitz resaltar el contraste entre los aciertos de las políticas sanitarias del municipio y las materias pendientes de la provincia en educación y vivienda. "En esta ciudad donde todavía hay mucha pobreza y exclusión, donde todavía a muchos no se les puede garantizar el acceso a la vivienda digna y a la educación, qué bueno que podamos garantizarles a los rosarinos una salud pública de excelencia, donde las madres tienen a sus hijos con dignidad", remarcó el jefe comunal ante la atenta mirada de la ministra de Salud de Santa Fe, Silvia Simoncini. Lifschitz fue más allá y se encargó de remarcar que la flamante dependencia, que funcionará en el quinto y sexto piso del Cemar, "lo hicimos nosotros, los rosarinos, con nuestro esfuerzo, nuestro trabajo y nuestra solidaridad". Otro tiro por elevación a la Casa Gris que ayer mismo concretó la compra del Batallón 121 para emplazar allí el nuevo hospital provincial sin consensurarlo con la municipalidad, que a pocas cuadras de allí, administra el Saénz Peña.

El acto se realizó en un punto equidistante entre el Centro de Espacialidades Médicas Ambulatorias de Rosario y el edificio donado por Angela Joostens viuda de Martin, que albergó a la Maternidad desde 1939 a la fecha. Además de Lifschitz y Simoncini estuvieron presentes el ex intendente Hermes Binner, el director de la Maternidad, Guillermo Carrolli, profesionales y trabajadores de la salud.

En representación del personal de la Martin, Susana Pandolfi dijo que el de ayer era "un día de fiesta para este lugar de llegada al mundo, donde día a día celebramos la vida. Bienvenidos a nuestra nueva casa".

Carrolli no dudó en afirmar que la nueva estructura sanitaria "que cuenta con tecnología de última generación permitirá además integrar a todo el círculo familiar" al momento del parto.

Lifschitz recordó que la manzana comprendida por las calles Rioja, San Luis, Moreno y Balcarce "tiene toda una historia vinculada a la salud pública. Desde el gesto de la familia Martin de donar el edificio, pasando por la iniciativa del intendente Carballo que 40 años después pudo plasmarse en el Cemar". Lifschitz dijo recordar con precisión cuando a fines de 1995 en la diagramación del plan de gobierno de Hermes Binner, el ex jefe comunal proyectó esa obra como un emblema de su gestión, para terminar con el monumento a pozo.

"La nueva Maternidad Martin es un orgullo de Rosario, de los rosarinos, lo hicimos nosotros con nuestro esfuerzo, con nuestro trabajo y nuestra solidaridad", destacó el intendente en alusión al costo de las nuevas instalaciones que demandaron una inversión de más de 3 millones de pesos en la obra civil y de 1,5 millones en equipamiento.

"Es una construcción sencilla -agregó- pero de gran calidad, se nota en cada uno de sus rincones. Es casi un lujo para la ciudad, para la Argentina. Es parte de una política de Estado, por eso antes de mediados del año próximo inauguraremos el Heca II y remodelaremos la otra maternidad municipal que funciona en el Roque Saénz Peña".

Sobre el final de su discurso, Lifschitz relacionó las consecuencias negativas del reciente temporal. "En esta ciudad donde todavía hay mucha pobreza y exclusión, donde todavía no se le puede garantizar el acceso a la vivienda digna, y donde muchos todavía no acceden a la educación, que bueno que podamos garantizarles a esa gente que pidió chapas una salud pública de excelencia, donde sus hijos nacen con dignidad".

La actual maternidad será cerrada el 12 de diciembre para abrir una semana después, el 18, en su nuevo edificio. En el sexto piso funcionará el área de ingreso para las parturientas, un sector para observación; 7 salas de preparto, 2 quirófanos y área de recuperación tras el parto y neonatología, con equipos de última generación.