"Ha sido un año de mucho trabajo, donde el Concejo aprobó grandes proyectos referidos a importantes urbanizaciones", dice Miguel Zamarini, el presidente del cuerpo, a manera de balance. Asegura que el socialismo "no tiene mayoría automática" en el recinto y que "una sola vez y a desgano" tuvo que usar el doble voto que tiene por reglamento como presidente. "Siempre es mejor buscar los consensos y creo que lo hemos logrado bastante". Para Zamarini la oposición "no juega al quiebre institucional, sino a diferenciarse de nosotros en los proyectos, y eso me parece legítimo". Admite que bajó la participación de los vecinos en las sesiones del Concejo en los barrios, pero dice que "no hay que abandonar esa práctica, hay que encontrarle la vuelta porque esto pone a los representantes al lado del vecino". Sostiene que "ya no abundan la chicanas políticas" y que hay un trabajo "mucho más técnico, de mayor conocimiento de los temas".

"Desde de la recuperación de la democracia para acá siempre fue una constante el lograr el fortalecimiento de las instituciones democráticas, sobre todo desde la gente que venía de la participación política. A lo largo de los años, hubo varios momentos difíciles que hicieron también que esos esfuerzos por lograr una mayor participación de los vecinos -en todos los ámbitos, no sólo desde el Concejo-, se redoblaran. Por eso, todos los mecanismos que se buscaron fueron importantes antesalas para definir dos espacios de participación clave que hoy tenemos en la ciudad: El Presupuesto Participativo y el Concejo en los barrios, y ambas iniciativas nacieron en el Concejo Municipal de Rosario", recuerda Zamarini.

Para el presidente del parlamento rosarino, la expectiva que tuvo el Concejo en los barrios en su momento "desde mí punto de vista, ya pasó. Ahora hay que darle un vuelta de tuerca a este tema. Muchos dicen que los concejales van a los barrios, escuchan y tratan los temas que piden los vecinos en los distintos distritos pero después el Ejecutivo no implementa respuestas o los proyectos que se votan. Pero desde la oposición se dice `hay que ir igual', porque sostienen `el problema será después del Ejecutivo si no resuelve las cosas'". Y agrega que "entonces, que el Concejo debe seguir sesionando en los barrios está ratificado tanto por el oficialismo como por la oposición. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que hay que mejorar ese grado de participación".

-¿Cómo cree que está hoy la imagen institucional del Concejo? -preguntó Rosario/12 a Zamarini.

-El Concejo hoy está mucho mejor institucionalmente. Creo que si se hace una encuesta, por ejemplo a través de una radio, es posible que muchos sigan despotricando contra el Concejo. Es como una costumbre ya, pero cuando vamos a los centros de distrito y hablamos con los vecinos, se nota que ha mejorado mucho la relación, que hay un mayor respeto por el Concejo porque lo pueden tener ahí, en su barrio escuchando sus problemas. También me parece que ha crecido el respeto de las instituciones de Rosario en general hacia el Concejo, porque éste se ha transformado en un ámbito de permanente consulta a dónde se llevan inquietudes y en donde además, el Concejo pasó a ser sede para muchas organizaciones que allí se reúnen y deliberan a partir de la iniciativa de muchos concejales. Como los propietarios de las viviendas únicas que tienen una mesa en la Oficina de Defensa del Consumidor, como así también los inquilinos que se agruparon para defenderse de los distintos abusos que vienen sufriendo. También la problemática del Pami, de los usuarios de agua.

-¿Hoy los concejales están más al tanto de las cuestiones técnicas y hay menos lugar para las pujas políticas partidarias?

-Muchísimo menos lugar. Es decir, nadie tiene por qué perder identidad política, pero lo que ha disminuído es el nivel de chicanas, las confrontaciones hoy son más sanas. Creo que la oposición en el Concejo, está muy bien que marque sus diferencias, pero se suma a la resolución de los temas trascendentes para la ciudad, aún votando distinto a veces, pero allana el camino. Porque el Concejo puede hacer miles de piruetas para trabar el camino del Ejecutivo y sin embargo eso ya no sucede.

-Quizás porque el socialismo tiene una mayoría importante en el cuerpo.

-Mayoría automática no tenemos. Y cuando tuvimos la oportunidad, yo como presidente no usé el doble voto. Sólo lo hice en una oportunidad y dije `esto es lo que no se debe hacer', pero tuve que ejercer ese derecho también por una convicción en la defensa de lo que el Ejecutivo necesitaba en ese momento.

-¿No es como una tentación el doble voto para el presidente del cuerpo?

-No en mi caso. Yo pienso todo lo contrario, pienso que lo que hay que hacer es esforzarse para trabajar por el consenso, buscar los acuerdos. En algún momento desde el oficialismo quizás tuvimos la tentación de querer quedarnos con el control de todo en el Concejo, de tener más miembros en las comisiones, más presidencias; pero cuando uno lo piensa un poco y habla con la oposición vimos que no era necesario recurrir a lo hegemónico, porque siempre va ser mejor trabajar en el diálogo. El Concejo tiene que funcionar con todos y si hay un bloque que dice `me retiro de la sesión' algo grave está pasando y no hay que permitirlo, hay que dialogar y solucionar los problemas. Porque la oposición no está trabajando para el quiebre institucional, está trabajando para diferenciarse en los proyectos y eso es legítimo-, concluyó.