Tras los primeros análisis forenses, la policía cree que se trataría de un homicidio el caso del contador cuyo cuerpo hallado la noche del viernes, presentaba un avanzado estado de descomposición. Las pericias médicas habrían determinado múltiples heridas de arma blanca y ahora los investigadores buscan el posible móvil para el crimen, aunque se sospecha que sería por un robo. En un principio se barajó la posibilidad de un suicidio ya que habían pasado por lo menos diez días del deceso y el cadáver no podía ser analizado en el departamento en el que se produjo su hallazgo, en calle Mitre al 1.000. En tanto ayer, en la ciudad de Santa Fe la policía halló muerto en su domicilio a un jubilado de 67 años con signos de haber sido estrangulado.

El contador hallado muerto, de 47 años, fue identificado por la policía como Luis De Isla, era docente de la Universidad Abierta Interamericana y residía desde hace tiempo en el departamento de tres dormitorios en el que fue hallado. Estaba desnudo y tirado boca abajo sobre un colchón, en el lugar también habían encontrado manchas de sangre en las paredes.

Los vecinos habían detectado un fuerte olor y le habían pedido al portero que abriera el departamento. Al ingresar al lugar, hallaron al contador muerto.

Según la Policía, De Isla estaba separado de su mujer, tenía hijos y ejercía la docencia en la Facultad de Ciencias Empresariales de la UAI de Rosario.

Por otra parte, en la capital provincial, un jubilado fue encontrado ayer a la tarde sin vida con señales de estrangulamiento; en su departamento del primer piso de Freyre 1757 de esa ciudad. El hecho ocurrió en la vivienda habitada por Miguel Cortez, de 67 años, hallado por una mujer que habitualmente cumple tareas de limpieza.

Al abrir con una llave la puerta de acceso, la doméstica vió a su empleador caído en el suelo por lo que dió aviso a la portera y entre ambas decidieron a un servicio de emergencia, cuyo personal comprobó que el hombre había fallecido. Casi simultáneamente llegó la policía junto con un médico de la repartición, quien manifestó que el deceso se había producido el día viernes, y que en el cuello había huellas de estrangulamiento.