En un intento por descomprimir el enrarecido clima político universitario, el rector interino de la UNR, Aldo Gimbatti, dejó ayer sin efecto la resolución que había firmado 24 horas antes en la que fijaba a la Facultad de Veterinarias de Casilda como lugar alternativo para que sesione la Asamblea que debe elegir hoy a las autoridades de la casa de altos estudios para los próximos cuatro años. Sin embargo, ello no logró aplacar los ánimos: las agrupaciones estudiantiles de izquierda iniciaron anoche una virtual toma de Ingeniería, donde a las 8.30 deben deliberar los 276 integrantes de la Asamblea Universitaria, poniendo en duda su realización. Los estudiantes exigen que paralelo a la elección del Rector se avance en la reforma de los estatutos. Los dos candidatos a ocupar el Rectorado, Darío Maiorana (milletista) y Ricardo Silberstein (avalado por socialistas y radicales) reconocieron a Rosario/12 que no cuentan con mayoría como para ganar en primera y segunda vuelta. La puja se definirá en una tercera instancia, a simple pluralidad de sufragios.

Al cierre de esta edición nadie se animaba a asegurar que hoy logre sesionar la Asamblea Universitaria en Ingeniería. Anoche, agrupaciones estudiantiles de izquierda que conducen la Federación Universitaria de Rosario realizaron un festival de rock en la puerta de la Facultad, sobre avenida Pellegrini y prometieron pasar la noche al interior de la casa de altos estudios para impedir la acreditación de los asambleistas.

"Exigimos que además de elegirse Rector se discuta el perfil de la universidad y se reformulen los estatutos, avanzando en la democratización de la UNR", explicó Fernando Rey, presidente de la FUR quien confirmó a Rosario/12 que de no ser aceptada esta moción por los sectores que responden a Silberstein y a Maiorana efectuarán "acciones concretas para impedir que sesione la Asamblea".

Desde la misma corriente política, el consejero superior Andrés Matcovich denunció la presencia "de patovicas que responden al radicalismo", bajo amenaza de golpear a los estudiantes y referentes de izquierda que pretendan impedir la deliberación de la Asamblea.

A media tarde, en una jugada tendiente a bajarle tensión a la sesión convocada para esta mañana, Gimbatti, a instancias de lo aconsejado por la Asesoría Jurídica de la Universidad, decidió dejar sin efecto una Resolución por él firmada el martes en la que habilitaba como sede alternativa de la Asamblea la Facultad de Veterinarias en Casilda. El rector interino dejó en manos de la propia Asamblea -que es soberana, según el Estatuto- la designación de otro escenario para sesionar.

"Es una decisión saludable, que lamentablemente se adopta veinticuatro horas después de haber cometido un error desde el punto de vista legal que enrareció el clima previo, complejizó el escenario y generó zozobra", dijo a este diario el decano de Derecho, Ricardo Silberstein.

El candidato a Rector del frente que aglutina a radicales y socialistas lamentó que "Gimbatti haya solicitado una opinión a Jurídicas un día después de haber firmado la resolución original. Este clima de tensión se hubiera evitado si consultaba antes de tomar cualquier decisión".

De permitirse el ingreso al salón de actos de Ingeniería, quedarán habilitados para votar 276 asambleístas (144 docentes, 104 estudiantes, 14 no docentes y 14 graduados). Para ganar en primera o segunda vuelta se necesitan 139 votos (mitad más uno). Maiorana y Silberstein admitieron a este diario que ninguno de los dos cuenta con ese caudal de adhesiones.

Será necesario entonces dirimir la puja en tercera vuelta. Allí se designa Rector al candidato que obtenga la mayor cantidad de votos, por simple pluralidad de sufragios. En este escenario podría darse el caso que el vencedor aventaje a su rival por apenas una voluntad.

En ese sentido ambos candidatos dijeron manejar proyecciones que lo daban ganador en tercera vuelta. "Hay dos modelos de universidad en pugna, una la que encabezamos, que propicia la participación y la transparencia académica y presupuestaria. La otra, está basada en la prebenda", sintetizó el abogado Silberstein.

"Nosotros proponemos un proyecto de universidad más horizontal, menos burocratizada, adonde se anteponen los intereses generales a los particulares y se busca mejorar las condiciones de trabajo para docentes y no docentes y las de estudios para los alumnos", explicó el ex decano de Humanidades y Artes, el profesor Maiorana.