La muerte de una joven de 20 años que estaba embarazada y a quien se negaron a practicarle un aborto terapéutico en un hospital de Santa Fe para someterla de inmediato a un tratamiento contra el cáncer que padecía, provocó ayer una fuerte reacción de organizaciones sociales. La Multisectorial de Mujeres se reunió en el hospital Iturraspe con su director, Andrés Ellena, para consultarle por qué motivo la mujer no fue sometida a un aborto debido al delicado estado en que se encontraba. Estela Vallejos, delegada del INADI, calificó al encuentro como "un diálogo de sordos" y pidió la renuncia del director argumentando que "con sus antecedentes no puede ejercer ese cargo". Ellena aseguró que "no hubo ningún médico que pidiera tal práctica" y estimó que "si la familia se lo pidió a algún médico, puede haber sido en forma verbal. Ese tipo de pedido tiene que ser, creo yo, documentado".

Ana María Acevedo, de 20 años, oriunda de Vera, madre de tres hijos menores de 5 años, falleció en el Iturraspe donde era atendida, luego de recibir con demoras el tratamiento adecuado para su enfermedad: un cáncer terminal como consecuencia de un sarcoma en las partes blandas del cuello. La mujer había llegado en marzo sin que la enfermedad haya sido detectada, sí en cambio un embarazo ﷓que para esa altura era de tres semanas﷓ que impedía el tratamiento con rayos. Al término de los cinco meses de gestación, y en medio de una terrible procesión por los efectores J.B. Iturraspe y José María Cullen, los médicos le practicaron una cesárea el 26 de abril que dio como resultado una beba que pesaba sólo 450 gramos y que fallecio a las pocas horas.

Aroldo Acevedo, padre de Ana María, participó ayer de la concentración que la Multisectorial de Mujeres realizó frente al hospital donde pidió

que lo que le hicieron a su hija "no le pase a otra persona". El hombre afirmó: "Desde que vino mi hija acá, yo le pedí que le hagan un aborto. Me dijeron que no, porque para ellos era un crimen y que el director no le daba la autorización". "Si a mi hija le hacían el aborto, ella se salvaba. Los médicos no quisieron. Me pidieron que los espere 15 días más, porque iban a salvarlas a los dos. Ahora no tengo ni a mi hija ni a mi nieta", añadió.

Luego de la reunión de ayer, la delegada del INADI expresó que toda la comunidad "está de luto" porque "se vulneraron todos los derechos de ella desde la cuna". Cabe resaltar que la condición económica y social de Acevedo era muy precaria, lo que dificultó aún más el acceso a la medicación, la información y el adecuado tratamiento para su cáncer.

Vallejos aseveró que "Ellena miente. Se debería haber hecho el aborto sin necesidad de pedirlo porque así lo establece la Constitución Nacional, era absolutamente legal y no había necesidad de que intervenga ningún Comité de Ética. El médico no cumplió con su deber por lo que creo que las mujeres no tenemos garantizada la salud en el hospital público", denunció. Asimismo agregó que la situación hubiese sido muy diferente si se trataba de una chica de clase media.