Domingo, 18 de mayo de 2008 | Hoy
CIUDAD
Por Jorge Boasso*
Días atrás me despierto con la información de que el Intendente Lifschitz anunciaba, en una de sus típicas y pomposas reuniones, un subte para Rosario, entre otros aspectos relacionados con el transporte. Inmediatamente llamé a un integrante de mi equipo y le pregunté si era cierto, si se trataba de Miguel. Me confirmaron que sí que se trataba del Intendente de Rosario. A lo que inmediatamente respondí: `Es el mismo que en Agosto de 2007 cuando se aprobó mi proyecto encomendando al Ejecutivo Municipal para que a través de la Unidad de planificación estratégica de movilidad, tránsito y Transporte Multimodal, realice un estudio para determinar la prefactibilidad técnica, económica y financiera de implementar un sistema de transporte público del tipo Premetro o Metrorail en ramales que unan los puntos Norte, Oeste y Sur con el centro de la ciudad. Y el Intendente sin esperar los resultados del estudio dijo "que prefería los tranvías antes que los trenes elevados de Boasso" (sic) y que era inviable económicamente porque se trataba de un sistema para ciudades de "mayor población y mayor desarrollo económico que Rosario" (24-08-07) y que prefería tranvías. Es el mismo Intendente que en fecha 10-02-08 dijo refiriéndose al aprovechamiento de los ramales ferroviarios "podría reconvertirse en una doble vía para tranvías eléctricos, y paradas cada cuatro cuadras desarrollando una velocidad de 30 kms por hora", es decir su proyecto para mejorar el transporte en la ciudad de Rosario son "los tranvías eléctricos", pero a no entusiasmarse porque en otra oportunidad se inclinó por un sistema de "trolebuses". ¿Cuál es el real pensamiento del Intendente?
El lector después de estas citas se preguntará, cómo puede ser que el Intendente que consideró "inviable a los trenes elevados con sistema de monorail" ahora considere "viable o factible a un subterráneo" para la ciudad de Rosario. Por eso pregunté si las declaraciones eran de Miguel. Creí que se trataba de un error, que era otro Lifschitz.
Estas contradicciones no son positivas para la credibilidad de los políticos, no se debe engañar de esa forma a la población. La política no es igual a "marketing", a farándula, a puestas en escena permanentes, a querer agradar a la población con anuncios rimbombantes que después, a la hora de votar, quedan en el olvido de muchos.
El Intendente Lifschitz sabe que si un tren elevado con monorail es de difícil concreción el subte para Rosario es de imposible realización e inconveniente a los intereses de los rosarinos, y lo explicaré.
No cabe dudas que Rosario necesita de un transporte eficiente que sirva como sostén de su desarrollo económico. Un transporte eficiente es aquel que le "sirve" a toda la población, a todos los sectores sociales. Por ello, en las ciudades modernas que se precian de tales, poseen un eficiente y moderno Transporte Público en el cual se integran, lo que nosotros conocemos como "colectivos" (con otros prototipos, no los existentes), con los taxis, remises y en ciudades de más de un millón de habitantes con subte y/o trenes elevados y/o sistemas de monorail.
Ahora bien, ¿cómo analizamos la factibilidad del sistema más adecuado para la ciudad de Rosario? Realizando estudios con especialistas que tengan en cuenta distintos aspectos. La factibilidad de su financiamiento, de su sostenimiento y además evitándole a los rosarinos los perjuicios que pudieren ocasionar tanto en su construcción como en su funcionamiento.
El Intendente no ignora que la construcción de un tren elevado con sistema de monorail cuesta el Km el 20 % de lo que cuesta la construcción del subterráneo. Es decir el Subte cuesta el km 5 veces más que el monorail.
El Intendente también sabe los transtornos para la población que implican las "excavaciones" necesarias para la construcción del subte. Más aún en una ciudad cuyas autoridades no tienen planos de su subsuelo. Hemos sido mudos expectadores de los inconvenientes para cambiar simplemente el piso de la peatonal de Rosario. Tienen que cambiar un caño de un servicio público y rompen vereda, calle y a veces inmuebles. ¿Se imaginan la etapa de construcción de un subte? Y todo ello por un empeño transnochado "marketinero."
Si la ciencia, la técnica y el planeamiento urbano hoy nos ofrece un sistema que cumple los mismos objetivos que el subte, pero mucho más economico y sin perjuicios para la gente como el tren elevado con sistema de monorail, ¿por qué el capricho? Las respuestas pueden ser de las más variadas, el lector hará su ejercicio mental y las obtendrá sin que las mías lo condicionen.
El sistema de tren elevado con monorail, propuesto por el suscripto, es un transporte moderno, silencioso, ecológico, y lo que es importante MUY FACTIBLE de realizar. La propuesta es para tres troncales interconectadas con una circunvalar, Norte-Centro, Oeste-Centro, Sur-Centro y tambien con aprovechamiento de espacios ferroviarios.
Rosario, necesita y merece otro transporte, que lo utilicen todas las clases sociales, que promueva la sustitución del auto por un transporte que lo gratifica por igual y por supuesto que el obrero pueda llegar en 15 minutos a su trabajo. Es lo que sucede en las grandes ciudades. Porqué no las imitamos? Sólo le pedimos al Sr Intendente que ante todo se ponga de acuerdo con sus múltiples Lifschitz, para bien de la población.
*Concejal de la UCR.
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