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"Esta es nuestra bronca, este es nuestro dolor, pero pongan fuerza que la fábrica no se cierra", repetía ayer un trabajador de Mahle que oficiaba de conductor del acto ante sus compañeros, al pie del escenario montado sobre avenida Presidente Perón al 5.600. Esa concentración fue la que le puso ánimo permanente al acto organizado por los casi 500 dependientes de la firma alemana que una semana atrás anunció el cierre de sus puertas. El encuentro en la zona oeste se convirtió en la mayor actividad en recordación del Día del Trabajador que se hizo Rosario y dejó al descubierto algunas notables ausencias, como la Unión Obrera Metalúrgica, seccional Rosario, que no movilizó a su gente para sumarse a las expresiones de solidaridad. Tampoco pasó inadvertida la falta de acompañamiento de la cúpula de la CGT Rosario que, por el contrario, concurrió a la misa en la parroquia San José Obrero. Quien estuvo presente fue su secretario de Prensa, Matías Layús. El martes habrá una reunión con el ministro Carlos Tomada y la titular de la Producción Deborah Giorgi.

El llamado de los 460 dependientes de la firma fue acompañado por familiares, vecinos y comerciantes del barrio, los gremios que forman parte de la CTA y una cantidad importante de trabajadores de otras empresas en conflicto. ATE, Amsafé, La Bancaria de Rosario, Prensa, Coad, Aceiteros, Atilra, concurrieron a la convocatoria a la que se sumaron muchos de los llamados movimientos territoriales como la CCC, Cuba-MTL y los centros de estudiantes que recientemente fueron ganados por expresiones de la izquierda, los de Ciencias Médicas, Psicología y Ciencia Política y Relaciones Internacionales. También concurrieron los partidos de izquierda.

El acto fue esencialmente expresión de la desazón de los trabajadores y de su contrapartida, de la fuerza que están dispuestos a continuar desplegando para defender la fuente de trabajo. "La fábrica no se cierra, la fábrica no se cierra", se escuchó a lo largo de casi tres horas donde el mayor tiempo lo llevó la lectura de las múltiples adhesiones recibidas.

El ministro Carlos Rodríguez junto a la viceministra Alicia Siciliani estuvieron en el comienzo del acto con un bajo perfil. Rodríguez insistió en que se trabajo junto a la Nación para encontrar alguna alternativa empresarial que se interese en hacerse cargo de la firma. Una de las personas con quien se conversa es un ex gerente de DANA.

La madre de Plaza 25 de Mayo, Herminia Severini, la esposa del ex trabajador fallecido de apellido Dimaré, cuando la fábrica no tenía servicio médico durante el turno noche, un integrante del Centro de Ex combatientes de Malvinas y finalmente los delegados de la fábrica fueron los oradores de la jornada, Claudio Maldonado, Martín Flayart y Roberto Campos llamaron a "no aflojar" para recuperar lo que por derecho les pertenece, su trabajo.