Molina Navarrete aseguró que existe un componente de género en el problema, pero no se reduce a una cuestión de género. "Los estudios más serios en el tema, de la Organización Internacional del Trabajo y la Unión Europea, ponen de relieve una cierta diferencia de afectación o de frecuencia entre mujeres y hombres, por tanto se puede decir bien que al día de hoy las mujeres sufren más acoso moral que los hombres", indicó, para puntualizar que las razones son variadas. "Muchas veces el acoso moral es la herramienta que se utiliza por un acoso sexual frustrado. Luego hay otras empresas típicamente femeninas, antes hablaba de grandes superficies, hipermercados, donde se ve que las cajeras o las repositoras son mujeres. En esas empresas de servicios también se ha identificado el mayor volumen de afectación del acoso moral, a diferencia de las empresas industriales donde la presencia de la mujer es menor", enumeró. Esos factores organizacionales influyen en que el mobbing afecte a alrededor del 65 por ciento de mujeres contra un 35 o 40 por ciento de hombres. "Sin embargo, es peligroso plantearlo como una cuestión de género, porque te encontrás a un montón de personas de sexo masculino que sufren acoso moral, de todas las edades", afirmó.

Sobre la mayor afectación de mujeres, en España ya se ha producido la primera condena por acoso moral por razón de género en el ámbito penal. Sin embargo, Molina Navarrete advirtió que "la espiral del tema de género oculta que realmente lo que está en juego es otro derecho fundamental que es la integridad moral".