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Domingo, 12 de agosto de 2012

CIUDAD › TESTIMONIO DEL SUBOFICIAL RICARDO NILSON SUáREZ

Todas las respuestas elusivas

El último testigo que el Tribunal Oral Federal número 2 escuchó el miércoles en el Concejo Deliberante de San Nicolás fue Ricardo Nilson Suárez, un suboficial del Ejército retirado en 1999, que estuvo imputado en la causa Alvira pero fue sobreseído por el juez federal Carlos Villafuerte Ruso. El fiscal Juan Murray realizó preguntas concretas, que Suárez intentó eludir una y otra vez alegando que no recordaba o desconocía. Suárez era el encargado del depósito del Batallón de Ingenieros 101 de San Nicolás, y como auxiliar administrativo de la plana mayor firmó la entrega de los muebles que la patota había sustraído de los domicilios de Eduardo Reale y Rosa Baronio, de la casa de Almafuerte 623, así como de María Cristina Alvira y Horacio Martínez, domiciliados en Alvear 1519.

Aunque todo el tiempo afirmó no saber de dónde provenían esos "muebles y enseres", quedó al descubierto su voluntad de eludir responsabilidades. Afirmó que tenía un formulario impreso que indicaba "entrega de inventarios de equipos, muebles y bienes pertenecientes a elementos subversivos que se dieron a la fuga". Sus contradicciones quedaron al descubierto cuando, pese a reconocer su firma en el inventario de entrega de los muebles de la familia Reale﷓Baronio, desconoció el encabezado porque no se trataba del impreso aludido. Al punto que el juez Omar Digerónimo, integrante del Tribunal Oral Federal número 2, debió preguntarle si Suárez, antes de entregar los muebles a las personas que le indicaban sus superiores, certificaba su identidad con alguna documentación.

Incluso, la presidenta del Tribunal, Beatriz Caballero de Baravani, le recordó que estaba declarando bajo juramento, y tenía obligación de decir la verdad.

Suárez fue sobreseído como partícipe de todos los delitos de la causa Alvira en instrucción, o sea que no llegó a juicio oral. En delitos comunes, eso cerraría la posibilidad de volver a acusarlo, porque nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Pero aquí no hubo juicio, y se trata de crímenes de lesa humanidad. Existe un antecedente: Luis Abelardo Patti, que fue sobreseído por los asesinatos de Osvaldo Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi, pero igual pudo ser juzgado por tratarse de crímenes imprescriptibles.

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