En el Ejecutivo no disimulan la preocupación por el atentado, al punto de que el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, le pidió al gobernador que revea su prescindencia de custodia permanente. Entienden que las señales mafiosas van in crescendo, desde que en mayo alguien amenazó por primera vez a Lamberto. Luego siguieron su secretario, Matías Drivet, el juez de la causa Los Monos, Juan Carlos Vienna, y policías de División Judiciales. Lamberto lo atribuyó a "bandas violentas que actúan molestas por el accionar que se viene desplegando. Pueden estar vinculadas al narcotráfico o a otros intereses", dijo, con suspenso. Y aprovechó la sensibilidad del momento para reiterar el pedido de efectivos de seguridad al gobierno nacional. "Ahora tenemos que cubrir el clásico, las elecciones. Creo que 400 efectivos para las rutas y los accesos a Rosario sería gran ayuda", dijo. Anoche había una reunión de autoridades políticas y policiales en Seguridad para librar "las primeras acciones" para dar con los autores del ataque.