Agrupaciones de estudiantes de la ciudad marcharon ayer desde la Plaza Pringles hasta el Concejo Municipal para manifestar su rechazo a un posible incremento de la tarifa del transporte urbano que, según manifestaron, sería imposible de pagar para muchas de sus familias.

Con el nuevo aumento del 20 por ciento consensuado ayer entre las empresas privadas del sistema y el gremio que nuclea a los choferes de colectivos (UTA), el temor a un ajuste en el boleto se acrecienta, por lo que los jóvenes aseguraron que solicitarán no sólo que no se toque la tarifa actual -que aumentó a fines del mes de marzo-, sino que se cree un boleto diferencial para estudiantes y desocupados.

"Decimos no a un boleto de $1.25 que en caso de concretarse, dejaría excluidos a muchos estudiantes de la enseñanza pública, pero además pedimos una tarifa accesible a los sectores que no tienen grandes recursos y por eso no poseen otro medio de transporte", señaló uno de los manifestantes durante la movilización por el centro.

Finalmente, los estudiantes consideraron necesaria una discusión "amplia" sobre el transporte urbano de pasajeros, que incluya no sólo la tarifa sino también la calidad del servicio público que se presta, de la que participen todos los sectores de la sociedad.