El primer problema a resolver por parte de la nueva dirigencia de Central es el papel protagónico de Miguel Russo en el club, dado que el técnico asume facultades que van mucho más allá del armado del primer equipo. En el último año el entrenador puso un pie en la divisiones inferiores y exigió la firma del vínculo con Tiro Federal, el cual le entrega facultades tales como contratar jugadores o técnicos para el equipo de Ludueña. Además, Russo tenía injerencia en las negociaciones por sumar refuerzos para el primer equipo, disponiendo la compra del pase de Nahuel Quiroga, por ejemplo, defensor proveniente de Sarmiento de Junín, por el cual Central pagó una suma extraordinaria en dólares y el chico aún no sumó un solo minuto ni el banco de suplentes. La omnipresencia de Russo es lo que preocupa a los directivos, quienes proponen un proyecto para el fútbol profesional con personal calificado, como el profesor Juan Carlos Mazza, entre otros. En este área, y como asesor, se sumará el ex jugador Ezequiel González.

Los dirigentes visitaron al técnico en Arroyo Seco, luego de la práctica, donde Russo comenzó a definir el equipo que jugará mañana con River por Copa Argentina.