Los representantes legales de la planta Navarro de Acindar no se presentaron ayer a una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo provincial en el marco del conflicto laboral en la empresa por el cierre de uno de los tres turnos de producción. Las autoridades de la cartera laboral volvieron a citarlos el próximo viernes, y de no presentarse serán convocados por la fuerza pública. En el primer piso de la sede local del Ministerio aguardaban miembros de la comisión directiva de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), quienes sospechan que la intención de la empresa es cerrar la planta que emplea a 200 operarios a fin de año. Marcelo Fernández, uno de los delegados, se quejó por la actitud de la patronal, porque no dialogan con ningún actor interesado en mantener las fuentes laborales.