Desde su rol de "entrenadores", tanto Abramowski como Pérez participaron de la primer edición del concurso Rosario Suena! destinado a bandas de rock cuyos integrantes fueran menores de 21 años. A partir de su trabajo, ambos tuvieron la posibilidad de acercarse en profundidad a las divisiones inferiores del género, y el análisis es positivo. "Creo que Rosario tiene una constitución musical que asegura que siempre hay un semillero y una calidad asegurada --apuntó Abramowski--. Desde el vamos todas las bandas que participaron del concurso, algunas con más o con menos apertura en cuanto a los gustos, tienen una muy buena calidad técnica teniendo en cuenta el poco recorrido de los músicos. Hay propuestas interesantes, pero todo lleva su tiempo".

Por su parte, el cantante de Sucesores se mantuvo en una línea similar: "No escuché mucha variedad entre las propuestas, que había muy buenas, pero todo va desde el rock de principios de los `90, el grunge, algo de funk y punk, y algo de rock duro, pero no hay mucha búsqueda en el sentido estilístico. Después sí vi bandas que tienen una propuesta que puede madurar. Me parece que eso es positivo, y más allá de que Rosario es una ciudad en la que el público no apoya mucho a las propuestas locales, está llena de músicos y si uno está metido en el rock tiene mucho de dónde beber".