Viernes, 11 de diciembre de 2009 | Hoy
Rubia, simpática, prácticamente inofensiva para el statu quo norteamericano, la actriz Meredith Baxter salió del closet a los 67 años haciéndose cargo de lo que cree una misión: ofrecer su imagen impoluta para animar a otrxs a que no esperen tanto tiempo como ella.
Por Mariana Enriquez
La serie Lazos familiares estuvo en el aire desde 1982 hasta 1989, y aunque era una sitcom muy divertida, su trama básica era bastante deprimente: una pareja de hippies liberales (liberales en el sentido de izquierdas del término, como lo usan en Estados Unidos) llegaban felices y enamorados a los años ’80, con tres hijos. El problema era que sus vástagos lejos estaban de compartir el ideario de los padres: el mayor, Alex (Michael J. Fox), era un joven republicano fanático, gran admirador de Ronald Reagan. La del medio, Mallory (Justine Bateman), era encantadora pero tontísima; y la niña Jennifer, a pesar de su corta edad, ya demostraba sus ansias de ser “normal” y tenues simpatías republicanas. Al final de la serie, Alex hasta conseguía su trabajo soñado, como corredor de Bolsa en Wall Street. Como suele suceder con el humor, había dos formas de entrarle a Lazos familiares: era una sitcom tranquilizadora, que decía “no importan las locuras revolucionarias de los ’60, los nuevos ciudadanos serán neoconservadores” o bien una sátira sobre la derechización de todos después de las locuras del verano del amor.
La cuestión es que a la madre de la pareja hippie, la dulce Elyse Keaton, la interpretaba la actriz Meredith Baxter, una rubia angelical que tanto podía componer a la chica dorada de Woodstock como a la mujer promedio de la América profunda (cosa que hizo en muchas películas para televisión que acá se vieron por el viejo Canal 9 en el aleccionador ciclo La película de la semana). Meredith Baxter era ejemplar en pantalla, pero más normal en su vida: casi a los 50 años, ya tenía tres divorcios. Y esta semana, a los 62, la madre perfecta hizo una declaración que sacudió al medio: fue al programa de Matt Lauer y le contó que es lesbiana y hace cuatro años que está en pareja con una mujer llamada Nancy Locke. Parece que sus amistades y familiares lo sabían hace mucho —y también personas cercanas del medio— pero la noticia resultó de gran impacto. Rosie O’ Donnel salió a apoyarla y su compañero de serie Michael Gross (que interpretaba a su marido) se manifestó “aliviado”. Le dijo a People: “Ella es una de las personas que más aprecio en el mundo, y estoy encantado de que ya no sea un secreto. Estoy aliviado porque ya no tengo que ocultarlo yo también. Ocasionalmente la gente me pregunta por ella: ‘Hey, Michael, ¿seguís viendo a tu compañera? ¿Hay un hombre en su vida? Era agotador mentir y el miedo a meter la pata. Los hijos de Meredith han aceptado totalmente su condición sexual y yo conozco a su compañera, que es una delicia, una persona de primera. Hemos viajado juntos con mi esposa, los cuatro juntos, la adoramos”.
Meredith decidió salir del closet con un empujón, sin embargo. Algunos tabloides la habían “descubierto” como pasajera de un crucero exclusivo para lesbianas del que suele participar la también actriz (y abiertamente gay desde hace tiempo) Kelly McGillis —sí, la rubia de Top Gun que tenía romance con Tom Cruise y después desapareció... ¿pueden intuir por qué? La cuestión es que Meredith prefirió blanquear con tranquilidad en lugar de salir a desmentir o confirmar, y contó su relación con Nancy (que es contratista inmobiliaria), además de aclarar que hace casi una década que sale sólo con mujeres, y que sus cinco hijos están al tanto de todo y lo más tranquilos. “Hasta hace casi diez años, cuando empecé a salir con mujeres, no se me había ocurrido cuestionar mi sexualidad”, le dijo a Matt Lauer. “Parece extraño, pero es así. Todos mis matrimonios con varones fallaron, y yo me sentía incompleta. Cuando empecé a salir con mujeres me sentí honesta y verdadera por primera vez.” Su hijo de 25 años, Peter, dijo en una entrevista a People: “Me alegré de que se diera cuenta, yo fui feliz cuando se decidió. Por un tiempo, parecía que todos lo sabíamos menos ella”. Después de contar públicamente su amor por Nancy, Meredith Baxter anunció que va a usar su imagen de madre rubia, americana y ejemplar para intentar que los hombres y mujeres homosexuales sean más aceptados en EE.UU: ya está preparando un libro donde contará su experiencia. “La gente que tiene un amigo o un pariente gay es más tolerante con la comunidad y sus problemas y reclamos. Así que quiero usar mi imagen para decir que soy esa misma persona accesible y amigable, así quizá algunas personas dirán ‘bueno, ella es lesbiana, y no me da miedo’. Y para otros en el closet, quiero decirles que pueden salir sin miedo. Si puedo hacer alguna diferencia, por pequeña que sea, valdrá la pena.”
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