Viernes, 18 de junio de 2010 | Hoy
MUNDO INTERIOR > TUCUMAN
Por Flavia Company
La noche del pasado 4 de junio, en la plaza Independencia de Tucumán, un numeroso grupo de personas se manifestaba a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Dos cosas podían llamar la atención. Primera: que, por lo general, el aspecto de los congregados era corriente (suerte que llevaban globos con los colores de la bandera gay); es decir, nadie habría podido deducir que se trataba en su mayoría de gente homosexual. Segunda: una de las personas que empuñaba un megáfono repetía, con seguridad y firmeza, que aquella marcha no era “contra nadie”.
La primera de las observaciones me llevó a pensar que, justamente, detrás de la incapacidad para detectar a un homosexual a primera vista se esconde el miedo al matrimonio entre personas del mismo sexo que, si adquieren los mismos derechos, ya no van a estar “marcadas” y uno no va a poder ir tranquilo por la vida porque cualquiera va a poder ser homosexual y uno no saberlo.
Dice el chiste que es más fácil ser negro que ser homosexual, porque en el primer caso uno no necesita decírselo a sus padres. Muchas de las manifestaciones públicas en contra de la igualdad de derechos para las personas homosexuales no existirían si en lugar de homosexuales se tratara de personas de raza negra que, a fin de cuentas, son fácilmente identificables y, con ello, fácilmente marginables.
La segunda observación, esa insistencia en que la marcha no era contra nadie, me llevó a pensar en la cantidad de complejos que todavía tenemos que superar las personas con una opción sexual distinta a la de la mayoría, ese complejo que nos lleva a pedir permiso para reivindicar lo que es justo, lo que nos corresponde tanto como a cualquier otro ciudadano.
Sí era una marcha en contra: en contra del fanatismo religioso, de la hipocresía política, de la injusticia social, de la visión obtusa y patriarcal de la familia, de los prejuicios y del miedo a la diferencia. Y es que no podemos olvidar que para ir a favor de algunas cosas hay que ir, indefectiblemente, en contra de otras.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.