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Empleada como el mejor recurso de enseñanza, la lúdica —el espíritu del juego y la exploración— ha sido motor para las más maravillosas creaciones y fuente de conocimiento para la humanidad. Ser como niños, varios maestros lo han dicho, qué complejo resulta ponerlo en práctica hoy!

La casa como un tetrix donde los objetos son ordenados para que todo logre no solo entrar, sino convivir, eso requiere de espíritu lúdico. El mundo del diseño aquí en pleno pop de colores planos y volúmenes contundentes como el rojo Ferrari. Rojo asignado a las escuderías italianas desde el 1900 cuando el automovilismo se hizo deporte de exhibición.

Vivan las cosquillas, primera expresión de juego previo al desarrollo del lenguaje, siempre desde que somos manada hemos jugado. A través del juego se construyen todos los modelos y conceptos con los que viviremos. Libre, espontáneo, incierto, voluntario y original que a todos cautiva, así es jugar.

Después del manga la vida puede ser caricaturizada y hecha capítulos, series o simples viñetas de la realidad. Cuando aparecen reglas, normas y manuales ya estamos ante el juego y de ahí a los deportes.

El rojo excita en un alto porcentaje más que los otros colores a quien lo observa, en un espacio cargado de este color los objetos se hacen icónicos, lucen tan planos como recortados. Cualquier semejanza con una escena de Speed Racer no es casualidad. Recuerda la adaptación de Meteoro dirigida por los hermanos Wachowski, los mismos de Matrix en el ‘08. Las mismas imágenes del comic, con personajes reales y alucinantes pistas psicodélicas difíciles de olvidar.