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No todo es tan libre en la Fragata Libertad
ya que no he podido ir a recibir ni a saludar
a mi marinerito mimoso con el que suelen mis besos andar
que lo hagamos a oscuras está bien
que lo hagamos a escondidas es mejor
esa hilacha de sus cariños subterráneos
no saben de ninguna luz del sol

Hay caricias que pudorosas se sacan el uniforme
y tienen gemidos y roces con hora de vencimiento
entonces las promesas y los gozos clandestinos
tienen de pronto gruesas y enormes paredes

Allá entonces irán solo sus mujeres autorizadas
reventando de maternidad la primera fila
atrás quedamos siempre nosotras
las negadas y escondidas
observando la fiesta desterradas

pero no te creas amorcito que yo sufro
o que me duele de más este desprecio
mientras ruedan discursos y banderas
a mí me está besando uno de la juventud Evita