La familia sigue siendo lo primero. Y prueba de esto es que el momento más emotivo de los Oscar son los agradecimientos, o sea, cuando el ganador regresa a su casa con el alma y la voz que se le quiebra entre lágrimas y nervios. El director de Birdman, la película que acababa de ganar el Oscar al mejor guión original, recibe la estatuilla, dice lo suyo y luego les deja a sus compañeros unos segundos para que agradezcan en su idioma. Nicolás Giacobone, con acento argentino y muy apurado para que entren los cinco nombres que tiene en mente, convirtió ese momento en un acto de ternura y activismo: ¡Saludó a su perro Larry! Risas en la sala. Y el perro, relevado ante el público de su rol de mascota, se inviste con este acto de su carácter de integrante de la familia, esa Familia Animal que este suplemento viene registrando en sus variadas versiones. Como ya ha dicho en las redes Mariana, la novia de Nicolás, el verdadero famoso de la familia es el perrito, que por otra parte, también es argentino y ya ha posado para las páginas de este suplemento en sus brazos. La novia de guionista todavía debe estar brindando, bailando y celebrando con los monstruos de Hollywood, mientras por estas tierras, los que la miran por TV buscan en los archivos alguna escena bizarra de esas en la que suele encriptarse la realidad trans y ensayan torpemente alguna vieja broma olvidable.