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Pensé que demoraría en responder mi solicitud pero resultó ser “más rápido que Grindr”. La sesión de Skype fue chispeante, repleta de frases citables y tentaciones del estilo “ponernos a hablar de Ru Paul” o pronosticar cuánto durará la moda de las barbas. “Por acá tenemos para un rato, ¿por ahí también?”. “¿Conoces a mi comiquero preferido, Gay Gigante?”. Cada tanto resopla “Ufff”, “Ummm”, “Aggg” y sentís que lo conocés de toda la vida, que lo podés invitar a dar una vuelta por la pista a ver qué hay de nuevo o descubrir algo más que te tenga harto y reír con complicidad. Risitas. “¡Ay! ¡Me están viniendo muchas ideas!”. Gonzalo “Gonz” Ángulo es un veinteañero, comunicador social, que superó en menos de dos años los 127.000 seguidores en Facebook de las sarcásticas desventuras de su personaje, un gay barbudo con ojos de emojis nacido en Cancún.

¿Cómo es la vida en un lugar tan paradisíaco como Cancún?

–Muy aburrida, muy tranquila, por eso hice Pierna Cruzada, porque tenía mucho tiempo para pensar y criticar. No hay una gran comunidad lgbti. Vienen turistas extranjeros y ocurre eso de “es mío, yo lo vi primero”. La ciudad es pequeña, ya todos estuvieron con todos. Es como una pequeña red de prostitución. Es como un círculo del que no puedes escapar.

Inspirado en el nombre de un grupo que tenía en WhatsApp su exnovio con sus amigos, “Los jotitos de la pierna cruzada”, más algún guiño a la tira cómica española “Moderna de pueblo”, Gonz comenzó esta zaga satírica sin más intenciones que la de tocar temas amorosos y desencuentros sexuales.

Podría haberse llamado Muñeca Quebrada.

–Cuando comencé a hacerlo mis amigos decían que iba a llamarse Pierna Abierta.

No tardó en retratar la agridulce superficialidad del “ambiente” (actualmente vive en el barrio Escandón, Condesa, del DF), con sus selfies y demás vicios afines de por medio. Las incongruencias, estereotipos y dramas propios de las burbujas de mensajería, grupos virtuales, tribus y fiestas aún lo mantienen inspirado pero, con su popularidad en alza, dice querer focalizarse cada vez más en crear viñetas que favorezcan la inclusión, la solidaridad y la erradicación de los elitismos dentro de la comunidad. Hace reír contando los absurdos a los que se puede llegar en la búsqueda de una pareja estable, eterna, “verdadera”, que termine en fotos “en calzones, corriendo en una playa”, las tácticas fallidas para sociabilizar en redes, el estrés gourmet y fashionista o los caricaturescos egos inflamados en los perfiles-prospectos de las aplicaciones de caza, pesca y exhibición. La mirada es filosa pero puede más su espíritu conciliador. Jaquea con sarcasmo a los prejuiciosos de los colores pastel, pasando del chiste a la toma de consciencia de las discriminaciones que existen por ser muy gordo, muy flaco, muy afeminado, muy masculino… en fin… tiene bastante para entretenerse.

Leí por ahí que estás haciendo unos tutús rosados para vender como merchandising...

–No es así. Tengo playeras de Pierna Cruzada. Ocurrió que mi mejor amigo es diseñador y habíamos planeado con mi grupo ir a la Marcha del Orgullo todos con tutús pero al final se echaron para atrás y me dejaron a mí solo con tutú. No estaba a la venta.

¿Levantás más ahora con tanta popularidad?

–Pues…hay gente que me escribe de vez en cuando (risas). Ahorita no tengo más Grindr. ¿Puedes creerlo? Comencé a salir con alguien y lo cerré. Quizás suene anticuado pero estoy en esa etapa. Pierna Cruzada sigue soltero, se define como “Súper Soltero”, casi que un guerrero de la soltería, insatisfecho porque los chicos son muy complicados y hay muchas posibilidades de amar, de defraudarse.

¿Le encanta defraudarse?

–Me encanta defraudarlo pero algún día tendrá una relación estable.