La creciente democratización de los medios audiovisuales, ha permitido en los últimos años la promoción de miradas desmarcadas que evitan cualquier acecho de la censura institucional y dejan atrás las formas programáticas de la producción industrial, con sus respectivos vicios adquiridos por la rutina y la velocidad. Así, el videasta independiente, como un voyeur solitario, tiene cada vez más importancia a la hora de retratar y difundir sensibilidades alternativas. Ariana, mucho más que un hombre, un cortometraje documental dirigido por Gabriel Rugiero, es uno de esos videos realizados fuera de los estándares de producción en serie. Rugiero ya había dirigido Autorretrato, un recorrido sobre vida y obra del actor under Mosquito Sancinetto, virtuoso creador del teatro de la improvisación. Ahora el blanco de la mirada de Rugiero es Ariana Cano, locutora transexual de Radiozónica, quien desarrolla su concepción y vivencia de la identidad de género. Durante dos años, Rugiero siguió a Ariana con su ojo diverso para capturar los rasgos que la hacen única, pero también retrató lo que la relaciona con otras personas trans, ese sentido social de pertenencia a una identidad que signó su experiencia de vida reciente, cuando descubrió hace cuatro años el pensamiento alrededor de la transexualidad. A través de la frontalidad característica de Ariana, el registro directo y testimonial del video de Rugiero se propone trazar con cercanía la construcción de una identidad particular para expandir el pensamiento trans, para terminar con la falta de información sobre la orientación sexual y la identidad de género que todavía afectan el desarrollo personal: “Yo tengo 38 años, y el documental cierra diciendo cómo hubiera sido mi vida con una operación. Hubiera sido otra vida. Pero ya no me puede devolver nadie estos 38 años mal vividos”, declaró Ariana al sitio Gaymente.com.

Ariana, mucho más que un nombre fue estrenado en la muestra internacional “La diversidad sexual en el cine”, que tuvo su primera edición en Córdoba durante el mes de agosto, y se repitió el fin de semana pasado en el Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza. Con la curaduría de Néstor Granda, la muestra tiene el mismo objetivo que el video de Rugiero: la propuesta es difundir y reflexionar sobre la cultura glttbi y sus representaciones y apunta a profundizar la democratización de la mirada y de la sexualidad.