Durante la primera etapa del viaje se puede hacer un desvío de pocos kilómetros para visitar el refrescante dique El Cadillal, uno de los lugares favoritos de los tucumanos para el fin de semana, y de los aficionados a los deportes náuticos y la pesca de pejerreyes. Sobre el dique hay una pequeña y tranquila villa turística, con todos los servicios, y desde aquí se puede acceder por un camino de ripio a las orillas del río Loro. En la misma zona vale la pena detenerse para ver el viaducto El Saladillo, una imponente obra de ingeniería inaugurada en 1884.