En sus primeras declaraciones tras la jornada electoral de ayer, Lugo llamó a los paraguayos a "trabajar para transformar la gama de desafíos" del país, instó a "la acción conjunta para buscar soluciones estructurales" a problemas básicos y reconoció que "los desafíos son grandes y la ciudadanía está esperando". El ex obispo -que asumirá la presidencia el 15 de agosto- adelantó que apostará "por la promoción, la consolidación y el fortalecimiento de las pequeñas empresas, que tanta falta hacen".

Asimismo, prometió definir "con reglas claras, sin fricciones y sin violencia", el diseño de una política agraria que incluya a los sin tierra y los empresarios del sector.

Lugo ganó ayer por unos 10 puntos de ventaja la presidencia de Paraguay para el periodo 2008-13, en elecciones históricas que marcaron el fin de la hegemonía colorada tras seis décadas.

En sus declaraciones, el presidente electo pidió además disculpas a la Iglesia católica por los problemas que pudo haber causado su decisión de renunciar al obispado. "Si mi actitud y mi desobediencia a las leyes canónicas causaron dolor, pido sinceramente disculpas a los miembros de la Iglesia", dijo.

El ex obispo de San Pedro, una de las diócesis más empobrecidas del país, está suspendido "a divinis" por el Vaticano desde principios del año pasado debido a su participación en política.

Lugo deslizó también que preferiría no vivir, durante su gestión, en la residencia oficial Mburuvicha Róga (Casa de la Autoridad, en guaraní). El mandatario electo vive desde su retiro de la vida episcopal en una casa de Lambaré, municipio vecino a Asunción, en un barrio que hoy amaneció "con mucha euforia", según contó.

En Mburuvicha Róga vivieron el general Alfredo Stroessner durante su gobierno dictatorial (1954-1989) y su sucesor, el general Andrés Rodríguez, quien ordenó una remodelación y la modernización casi total de la amplia residencia situada sobre la tradicional Avenida Mariscal López, de Asunción.

La jornada poselectoral sirvió a Lugo, además de para explicar ante la prensa algunas líneas de su futura gestión, para recibir el saludo de colegas de la región y hasta alguna advertencia. Muy temprano, el ganador de los comicios atendió el llamado de felicitación del boliviano Evo Morales, con quien compartirá durante su gestión una curiosidad: igual que en el caso del líder aymara, será su hermana quien oficiará de primera dama en los encuentros oficiales.

Chávez, por su parte, celebró la "madurez política" del pueblo paraguayo. Un comunicado de la Presidencia de Venezuela destacó que ambos coincidieron en la necesidad de avanzar en la Unasur, sobre la base de la "reivindicación de la historia de lucha" de los pueblos.

Menos simpatía deben haberle causado a Lugo las declaraciones de Lula en rechazo a una eventual renegociación del Tratado de Itaipú, de 1973, que establece los términos del acuerdo entre Paraguay y Brasil por la central hidroeléctrica binacional. "El tratado no cambia. En la cuestión de Itaipú tenemos un tratado y ese tratado no se va a cambiar", afirmó Lula a periodistas brasileños en Ghana, donde realiza una visita oficial.

Como bandera de campaña, Lugo impulsó la renegociación del tratado que obliga a Paraguay a vender su excedente de electricidad únicamente a Brasil y, además, a precios muy bajos.

Al mandatario electo le aparece en el horizonte otra dificultad: cómo gobernar con un Congreso en el que no tendrá mayoría y en el que el saliente oficialismo colorado ya prometió "una oposición implacable".

Aunque se desconocía esta tarde la conformación definitiva de la Cámara de Diputados, en el Senado se sabe que la oposición tendrá mayoría si se suman los bloques de las tres fuerzas que ingresaron representantes: el Partido Colorado, la oviedista Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace) y el centroderechista Patria Querida.

Según datos extraoficiales, la Alianza Patriótica para el Cambio que postuló a Lugo tendría 18 bancas contra 27 de la oposición unida (17 colorados, tres de PQ y siete oviedistas), aunque la división interna del hasta acá oficialismo abre dudas acerca de cómo se moverá el bloque colorado.