Lunes, 8 de junio de 2009 | Hoy
16:58 › JUICIO AL "TIRADOR DE BELGRANO"
Se trata de una de las forenses que firmó la pericia a raíz de la cual el tirador serial de Belgrano fue declarado inimputable en una causa en San Isidro, dijo que Martín Ríos es un "enfermo esquizofrénico", que "no puede controlar sus impulsos" y descartó que sea un simulador.
La licenciada Silvina Catera, psicóloga del Gabinete Psiquiátrico Forense del Servicio Penitenciario Bonaerense, recordó que Ríos le dijo que sufría alucinaciones, que "escuchaba voces que le pedían 'sangre, sangre, sangre', y que cuando respondía a esos pedidos, desaparecían".
Al declarar ante el Tribunal Oral Criminal 12 porteño, la psicóloga detalló que evaluó a Ríos en tres oportunidades en el psiquiátrico de la Unidad 34 de Melchor Romero, a pedido de la Justicia de San Isidro, que instruía una causa por tenencia ilegal de armas y finalmente lo absolvió por inimputable.
Catera dijo que para arribar al diagnóstico de que el tirador serial posee una "personalidad psicótica" le realizó tres entrevistas y lo sometió a los clásicos test empleados por los psicólogos forenses: el de Roschach y el de Bender.
Pero, además, agregó la especialista, le hizo a Ríos el test MMPI2 -uno que no se realiza habitualmente, resaltó-, mediante el cual "descartó simulación" de parte del acusado.
Tras declarar durante más de una hora y ser sometida a numerosas preguntas, la psicóloga forense ratificó su diagnóstico y dijo que Ríos "es peligrosísimo para sí y para terceros".
Como dato anecdótico, Catera recordó que, durante el tiempo en el que estuvo en el neuropsiquiátrico Melchor Romero -unos 15 días-, Ríos no se bañó porque tenía un compañero que tenía HIV y temía que hiciera algo para contagiarlo si iba al baño.
Antes de Catera declaró como testigo el médico de la policía bonaerense Julio Dóbalo, quien revisó a Ríos cuando fue detenido en la comisaría de Munro el 15 de julio del 2006, siete días después del ataque a tiros cometido sobre la avenida Cabildo, en Belgrano, en el que murió Alfredo Marcenac.
El médico dijo que el tirador serial "estaba lúcido, ubicado en tiempo y espacio y no presentaba signos de toxicidad, y que no se apreciaba actividad delirante o alucinatoria".
Dóbalo aclaró que fue a la seccional a ver a Ríos al sólo efecto de examinarlo, como es habitual con todos los detenidos, ya que él no es psiquiatra ni psicólogo.
La segunda jornada de debate continuará con las declaraciones de los demás peritos psiquiatras y psicólogos que en el 2008 firmaron el estudio que llevó a que Martín Ríos fuera declarado inimputable por la Justicia sanisidrense en la causa por la tenencia ilegal del arma con la que cometió los ataques en Belgrano.
Los jueces aún tienen previsto escuchar a Nélida Queiró, Pablo Burgueño, Margarita Olavaria y Florencia Grimspum, de la Asesoría Pericial San Isidro, y a Claudia Astorga, del Servicio Penitenciario bonaerense con sede en Melchor Romero.
Los cinco, junto a Catera, llegaron a la conclusión de que Ríos es un enfermo esquizofrénico que no puede comprender la criminalidad de sus actos ni dirigir sus acciones.
Ríos fue absuelto por inimputable el 25 de julio del año pasado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de San Isidro.
A Ríos se le imputan cuatro ataques: uno del 19 de junio de 2005, cuando disparó contra un colectivo de la línea 67 en Vidal y Olazábal e hirió al chofer y un pasajero, y otro del 2 de marzo de 2006, cuando atacó a tiros el frente de una confitería de Juramento y Cramer, donde baleó a una chica de 17 años.
Además, se le imputa un hecho del 16 de junio de 2006, cuando disparó 16 veces contra un tren entre las estaciones de Colegiales y Belgrano R; y otro del 6 de julio de 2006, donde fue asesinado Alfredo Marcenac y quedaron heridas otras seis personas que caminaban por la avenida Cabildo al 1700.
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