"Prometo ser fiel a la República y cumplir y hacer cumplir las leyes", dijo Lobo al jurar ante el flamante presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández, su amigo y correligionario en el Partido Nacional (derecha).

El nuevo gobernante prometió conceder un salvoconducto para que parta al exilio el depuesto mandatario Manuel Zelaya, y anunció que lo acompañará desde la embajada brasileña hasta el aeropuerto de Tegucigalpa para viajar a República Dominicana junto al mandatario de ese país, Leonel Fernández.

A su llegada al Estadio, Fernández fue abucheado por parte del público que asistió al acto de toma de posesión del nuevo mandatario hondureño.

"Pepe" Lobo, de 62 años, inició un mandato de cuatro años en un acto al que asistieron numerosas autoridades pero pocos gobernantes extranjeros, un día después de que el Congreso hondureño aprobara una amnistía a los involucrados en el golpe.

Poco después de asumir, el flamante presidente sancionó el decreto de amnistía que beneficia a todos los involucrados en el golpe de Estado de junio de 2009.

La amnistía "es el principio de la reconciliación", declaró Lobo en su discurso de toma de posesión en el Estadio Nacional, que interrumpió para firmar el decreto aprobado por el Congreso hondureño.

Esta madrugada, la bancada mayoritaria del partido Nacional, junto a tres votos del opositor partido Liberal, dieron el voto a favor de la amnistía. El resto de los diputados liberales se abstuvieron, mientras las minoritarias bancadas de los partidos Unificación Democrática, Demócrata Cristiano y el de Innovación y Unidad votaron en contra.

La amnistía busca liberar de responsabilidades al derrocado presidente Manuel Zelaya y sus colaboradores, así como al gobernante de facto Roberto Micheletti y el gabinete, que asumió el mando tras el golpe.

La cúpula militar, que arrestó a Zelaya a pedido de la Corte Suprema de Justicia y luego lo expulsó a Costa Rica, fue declarada inocente ayer por la justicia.

La amnistía era demandada por la comunidad internacional, ya que temía que Zelaya fuera encarcelado tras enfrentar 18 cargos imputados por la Fiscalía General. Sin embargo, tanto Zelaya como el sector de Micheletti rechazaban que se aprobara una amnistía con la esperanza de que fueran enjuiciados los contrarios.