El líder socialista afirmó que si los ciudadanos griegos no aprueban las medidas "entonces no se aplicarán". "En un momento en que el sistema político es objeto de ataques y se le pone en entredicho, es nuestro deber mostrar el papel y el deber del ciudadano sin intermediarios, y eso es el referendo", afirmó Papandreu, cuyo gobierno está perdiendo cada vez más respaldos de la población a raíz de los duros recortes y ajustes que derivaron de la crisis financiera global y que incluye el despido de 30 mil empleados públicos, medida resistida con huelgas y marchas en todoo el país.

Los sindicatos ya ha convocado a cinco huelgas generales en lo que va de año, además de decenas de manifestaciones, para mostrar su rechazo a las medidas de ajuste. el 60 por ciento de los ciudadanos consideran negativo o probablemente negativo el acuerdo alcanzado con la UE, según una encuesta difundida en Atenas el fin de semana.

El nuevo paquete de ayuda inyectará 130.000 millones de euros en las arcas públicas de Grecia, aunque a cambio el país tendrá que profundizar y acelerar el programa de ajustes económicos y las reformas fiscales. En tanto, el Ministerio de Finanzas informó a todos los directores de organismos y empresas públicas que en 15 días deberán detallar a qué empleados incluirán en las listas de los os primeros 20.000 que pasarán a la "reserva" (fuera de la administración de modo momentáneo), el 1 de diciembre.

Una primera tanda de 4000 trabajadores públicos serán jubilados a fines de noviembre y el resto quedará a la espera de que terminen los planes de supresión de organismos públicos. Grecia ya ha suprimido 170.000 de los 800.000 puestos de empleados públicos, mediante jubilaciones anticipadas y no renovaciones de contratos.