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En una clara defensa de la gestión pública de la empresa desde su reestatización, pidió a todos los gremios involucrados "el máximo de colaboración" para fortalecer la línea de bandera: "Esta Presidenta no necesita declaraciones de amor, lo que necesita es que cada uno cumpla con su trabajo, para que se cumpla lo que me prometieron el 21 de julio de 2008 en Casa de Gobierno, que Aerolíneas éramos todos. Demuestren a los argentinos que Aerolíneas somos todos". Acusó a uno de los gremios de pilotos de realizar "un boicot encubierto" y advirtió que en mayo de 2008 y 2009 fueron cancelados varios vuelos internacionales y de cabotaje por "colitis" de sus pilotos y por "vibraciones" en algunas aeronaves.

Más adelante recordó que la reestatización de la empresa se decidió 4 días después del "voto no positivo" del vicepresidente Julio Cobos, "es decir, en uno de los momentos más difíciles de mi gobierno", y agregó que lo decía "para que midamos el cuadro de situación en que fue tomada la decisión: Esta Presidenta se hizo cargo en ese momento de una empresa quebrada, sin aviones, con seis sindicatos. (...) Nos hicimos cargo, como nos hicimos cargo de todos los problemas, sin echarle la culpa a nadie".

"En aquel acto le pedí a todos los trabajadores volver a reconstruir una línea devastada, con inversiones, con decisiones", acotó. Luego de repasar los sueldos de la empresa, agregó que "la cuestión no es enfrentar a nadie, hay que convencerlos para que trabajen, hay que persuadirlos para trabajen todos los días: Aerolíneas tiene que servir a 40 millones de argentinos y no a un puñado que se cree con privilegios. (...) Muchas veces siento que no me da el cuerpo y, sin embargo, tengo que salir a trabajar y dar esperanzas a los argentinos y sé que en el fondo estas cosas se reconocen", sostuvo.

La presidenta resaltó que "el turismo representa casi el 7 por ciento del PBI argentino" y reclamó que "este fin de semana largo no se rompa nada, porque la gente quiere volar. (...) No es posible que se aleguen problemas de tendinitis o colitis, cuando yo tuve que hacerme cargo de la Argentina luego de perder al compañero de toda mi vida", lamentó la mandataria.

Cristina advirtió que los "conflictos intersindicales", a los cuales calificó de infantiles, provocan la pérdida de prestigio de la compañía, cuyo deber es llegar puntualmente a destino", por lo que reclamó "el máximo de colaboración a todos", y advirtió que "no es posible permitir que la historia termine en algún momento como empezó, con alguien que otra vez acuse al Estado".