"El régimen sirio ha dejado de lado el Plan Annan, lanzado el 14 de abril, y ni siquiera ha retirado el armamento pesado de las ciudades (...) La violencia parece empeorar: hay que reconocer que aún no hemos tenido éxito, pero creo que nos movemos en la dirección correcta", aseguró la secretaria de Estado norteamericana, quien reveló que a fin de que se cumpla el alto el fuego propuesto por la ONU "hemos hablado tanto con Rusia como con Irán", países que históricamente rechazan una intervención militar extranjera en ese territorio independiente.

Pero a pesar de reconocer que existieron contactos con esas naciones, no evitó las críticas para Vladimir Putin y Mahmud Ajmadineyad por "quedarse en silencio" frente a la matanza de Hula de la semana pasada, en la que murieron 40 niños, y que occidente le adjudica a Bashar Al Asaad.

Por otra parte, identificó otro de los problemas por los cuales no cae el régimen: "Hay mucha gente en ese país que apoya a Al Asaad por temor al cambio", y por este motivo e instó a la comunidad internacional a "convencer (a la población) mostrando que apoyamos una Siria que incluye a todos".

"También tenemos que trabajar más con la oposición siria; ellos tienen tareas pendientes. Turquía y Estados Unidos han estado trabajando con la oposición, pero tenemos que hacer más para ayudar y coordinar", insistió, al tiempo que anunció que mañana se encontrará en Nueva York con Kofi Annan, el enviado especial para Siria de Naciones Unidas y la Liga Árabe, mientras que un asesor suyo acudirá a Moscú.