"No podemos entonces más que repudiar que nuevamente un barco de guerra zarpe desde un puerto inglés con el propósito de perpetuar una ocupación militar iniciada a sangre y fuego por la corbeta Clío en 1833", sostuvo la Cancillería ante lo que consideró también "una burla a las Naciones Unidas" por parte de Gran Bretaña, al desoír los llamados al diálogo con Argentina que hiciera ese organismo.

En este sentido criticó "la tenaz y continuada inaplicación de la normativa internacional a través de los años por parte del Reino Unido no invalida el llamado a negociar que hace la comunidad de naciones. Por el contrario, demuestra la impunidad que sigue dando el poder militar y nuclear", e insistió que "Gran Bretaña utiliza su poder de veto en el Consejo de Seguridad para desoír las resoluciones de la Asamblea General, demostrando con su actitud la necesidad de reformar los métodos de trabajo y la conformación de dicho órgano".

Además, sostuvo que la decisión de enviar un destructor al archipiélago "también es un acto irresponsable, ya que no existe mejor reaseguro para la tranquilidad de todos los habitantes de dichas islas que retomar el diálogo diplomático para resolver el conflicto de soberanía que enfrenta a la Argentina con el Reino Unido".