Para Valcke, la reconfirmación de Curitiba se trata de una "reñida carrera contra el tiempo" en donde el esfuerzo de las partes involucradas para la refacción del estadio debe proseguir "a un ritmo fuerte".

"El estadio no estará listo mañana. La entrega tendrá lugar el 15 de mayo. Será un proceso largo, pero trabajaremos conjuntamente con Curitiba en las instalaciones temporales. Habrá un partido de prueba a fines de marzo y otro a fines de abril, para probar la arena y asegurar que el 15 de mayo habrá un estadio que puede recibir de inmediato un partido", dijo el funcionario de la FIFA.

El propio Valcke fue crítico con los organizadores, a quienes hace un mes les dio un tiempo límite para acelerar los plazos de remodelación del estadio Arena da Baixada. El plazo finalizó hoy y luego de extensas inspecciones, el secretario general de FIFA dio el visto bueno para ratificar la sede, con una fecha de cierre para las obras.

Tras las advertencias, las autoridades de Paraná aumentaron en un 40 por ciento el número de obreros, contrataron nuevas empresas y extendieron el horario de trabajo a prácticamente 24 horas al día.

Las bases del techo y la instalación de la cancha fueron las obras que estuvieron en el foco del conflicto, pero a juzgar por FIFA, el estadio Arena da Baixada de Curitiba, con capacidad para 42 mil espectadores, estará listo para el comienzo del Mundial.

Según Valcke, la aceleración del ritmo de las obras permite ratificar el estadio como sede de los partidos Irán-Nigeria, el 12 de junio, Ecuador-Honduras, el 20, España-Australia, el 23, y Argelia-Rusia, el 27 de junio.

Según la secretaría responsable de la organización del Mundial en Paraná (Secopa), ya están concluidas cerca del 90 por ciento de las obras del estadio, que tendrá capacidad para recibir a un público de 41.456 personas.

El costo de la obra, sin embargo, también aumentó. Aunque no hay informaciones oficiales sobre el tema, el diario "Folha de Sao Paulo" aseguró hoy que las inversiones en la reforma del estadio del club Atlético Paranaense saltaron de 265 millones a 330 millones de reales (de 112 millones a 143 millones de dólares).