Martes, 13 de mayo de 2014 | Hoy
20:09 › MAR DEL PLATA
El Tribunal Oral Penal Federal 1 condenó a siete años de prisión al líder de una red de prostitución que operaba el prostíbulo "Dulcinea" en Mar del Plata junto a su hijo y su esposa. Además, el tribunal condenó al expolicía Claudio Marcelo Campos a cuatro años y seis meses de prisión e inhabilitado por el doble de tiempo en su función pública por haber sido "cómplice necesario". También fueron condenado en el encargado de seguridad del local, una empleada y otro cómplice en el traslado de las mujeres dominicanas que eran explotadas en el lugar.
El Tribunal Oral Federal también dispuso, en el primer juicio por trata de la ciudad, la absolución de una de las acusadas, que tiempo atrás había sido víctima de la red de trata, y ordenó el decomiso de una propiedad ubicada en la calle San Salvador al 7200, donde funcionaba el prostíbulo "Dulcinea".
Los jueces Roberto Atilio Falcone, Néstor Rubén Parra y Eduardo Pablo Jiménez leyeron esta tarde el veredicto, que satisfizo a la querella integrada por organizaciones que luchan contra la trata de personas, y señalaron que los argumentos de la sentencia los darán a conocer el 20 de mayo.
El "caso Dulcinea" fue descubierto en marzo de 2010 cuando Dalaida Mayellin logró fugarse del prostíbulo y denunció que había llegado allí desde República Dominicana bajo engaño y era sometida a servidumbre y amenazas.
Tiempo después, la declaración de otra víctima de identidad reservada acompañada a la justicia federal por la fundación La Alameda logró impulsar la causa y una serie de allanamientos derivaron en nueve procesamientos.
El fallo de hoy condenó a Jorge Sánchez por liderar la red a 7 años de prisión y dispuso penas de 5 años, todas de cumplimiento efectivo, para su hijo Fernando y para la concubina del primero, Orfelina Valdez Montero, como coautores del delito.
Los tres, según la acusación, explotaban el prostíbulo "Dulcinea" ubicado en cercanías del estadio mundialista. Asimismo, condenaron al ex policía bonaerense a cuatro años y seis meses de prisión efectiva como cómplice necesario de trata de personas e incumplimiento de los deberes de funcionario público, ya que era el encargado de "custodiar" el inmueble y cobrarle a los clientes.
Carmela Colas, encargada del local, fue condenada a tres años de prisión en suspenso por el delito de trata en concurso con el delito de explotación económica en ejercicio de la prostitución.
Los jueces también condenaron a Angel Cabral, quien cumplía funciones de seguridad en el lugar, a tres años de prisión en suspenso por ser componente secundario de la organización.
Reinaldo Iacovone fue condenado a un año de prisión como participe secundario y violación a la Ley de Migraciones, por realizar trámites migratorios irregulares, mientras un abogado con la misma acusación no llegó a juicio por problemas de salud.
Los jueces también ordenaron decomisar el inmueble donde funcionaba "Dulcinea", una camioneta Mitsubishi, 89.816 pesos y 1.520 dólares secuestrados en un allanamiento en marzo de 2010.
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