En el ciclo previo, cerrado el 7 de junio antes de la reelección de Santos para otros cuatro años en la presidencia de Colombia, el gobierno y la guerrilla anunciaron que recibirán a víctimas del conflicto, en La Habana.

Se estima que los enfrentamientos y los avances en territorios dejaron más de 220.000 muertos y millones de desplazados. Las víctimas se atribuyen a los grupos insurgentes y a organizaciones paramilitares. El compromiso anunciado en junio implica también que las FARC reconocen a las numerosas víctimas de las que se les acusa.