Y Soda Stereo volvió a tocar. Fue ayer, justo al cumplirse los diez años de las “gracias totales” con las que Gustavo Cerati se había despedido del público en River. Se plantaron los tres sobre el escenario, hicieron “Sobredosis de tv” y “En la ciudad de la furia”, y fue como si una década hubiera volado de la memoria. Tocaron fenómeno, como no podía ser de otro modo. Ahí estaban Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti. Estaba Soda. La magia seguía a pesar del paso del tiempo, de la ausencia que sólo agigantó el impacto del trío, de los cruces verbales después del final, de las especulaciones y rumores, de las ofertas millonarias desechadas, del circo del rock and roll conmovido por haber perdido a esos tres equilibristas que se movieron como nadie entre la masividad y la vanguardia. Si todo el operativo retorno tiene mucho de nostálgico, esa idea se expandió en la presentación de la gira y conferencia de prensa: se realizó en Museum, el local donde grabaron el video de “En la ciudad de la furia”; la escenografía era con televisores viejos, como en el primer show grande de la banda, en el Astros de 1984; la vestimenta del trío –que tocó a propósito sin los músicos que lo apoyarán en la gira– remitía directamente a los comienzos (corbatitas new wave, camperas de cuero) y hasta los instrumentos habían sido sacados del arcón de los recuerdos gaseosos. Al llegar al local, una lluvia de burbujas (por lo de la “burbuja en el tiempo” que significa este regreso de Soda) recibía a los cronistas y movileros de toda América, y a algunos fans que ganaron su lugar por concursos radiales. Ellos podrán contarles a sus hijos que estuvieron ahí, que los vieron volver, y que se conmovieron incluso más que en aquel River lejano en la memoria.

Y Soda Stereo habló. Treinta periodistas tuvieron la posibilidad de preguntar durante la conferencia, y algún otro podrá estar frente a ellos en soledad, pese a que se había anunciado que no harían notas con medios puntuales. Lo primero que hizo Cerati fue explicar las razones del regreso: “Es una suma de situaciones, no hay una sola en particular. Se habló mucho de las propuestas que siempre existieron pero, en lo personal, sentí que era un buen momento para celebrar diez años. Venía de tocar mucho como solista y de una gira extensa. Por otro lado, hubo una serie de encuentros entre nosotros y fue floreciendo esta posibilidad. Lo otro tiene que ver con mis hijos; me gustaba que mis hijos vieran a Soda Stereo alguna vez. Pero sin duda lo que recibíamos de la gente siempre fue muy fuerte. En algún momento había que hacerlo. Yo había anunciado que no queríamos hacerlo cuando estuviéramos muy patéticos... ¡espero que no lo estemos!” En otro momento bromeó: “Volvemos porque nadie puede tocar tan mal los temas de Soda Stereo como nosotros. ¿Queda claro?”

Los tres músicos aseguraron estar sorprendidos por lo que generó el anuncio de su retorno. “No esperábamos esta vigencia, todo lo que se armó”, dijo Bosio. “La verdad, nos desbordó”, apoyó Alberti. “Percibíamos que iba a haber una bienvenida concreta, pero no tanto como lo que se viene. Cinco River, dos Foro Sol en México... Supera todo lo que habíamos esperado”. ¿Habrá un sexto River, para superar el record de los Rolling Stones? Los Soda dijeron que todo dependerá de la demanda de sus fans, pero que les preocupaba hacer un show en Córdoba (hasta el momento, el cierre de la gira) para no obligar tanto al público del interior a moverse hasta Buenos Aires. Después, pese a que contaron sus planes individuales para el año próximo, en algún momento dejaron abierta la puerta a que la burbuja durara más que los dos meses estipulados incialmente, y allí apuntó la pregunta de Página/12. “Y, vos viste cómo son las burbujas”, contestaron casi al unísono. Después tomó la posta Cerati: “En principio no es el plan, pero tampoco me gusta mucho hablar de planes, porque viste cómo son las cosas en la vida... No podemos garantizar eso. Lo que está claro es que estamos focalizados en lo que tenemos ganas de hacer y después veremos. Hay proyectos de cada uno. Está claro que tenemos otros caminos y que cada uno tiene sus propias cosas, y que hacemos este paréntesis, o burbuja, como lo llamé, ya que hablamos de Soda... Es un poco agarrarlo y disfrutarlo en este momento, después veremos”.

Con respecto al tono nostálgico de la reunión, Cerati explicó que haber recuperado la frescura y haber renovado la energía los llevó a ver con otros ojos la etapa que vivieron juntos: “Nosotros nunca tuvimos una pelea concreta, sino que hubo un agotamiento humano, creativo y de relación. Circula que no nos podemos ver, pero es mentira. Y ahora cambiamos de actitud para disfrutar. Porque puede estar la plata, la gente, el momento, los River, pero si no disfrutamos, el resto no vale. Me parece que uno cambia de actitud, más allá de las personalidades y de las cosas que pueda haber, que en definitiva, ahora están relimadas. ¡Estamos limados nosotros!” Aunque Bosio había aclarado que la motivación de la gira no era el dinero, les preguntaron qué problema había en admitir que el regreso era por motivos económicos, si el rock es también un negocio. El que respondió primero fue Alberti: “No habría ningún problema en admitirlo si fuera verdad. En ese caso, habríamos vuelto hace siete años, porque nos están ofreciendo muy buen dinero desde hace tiempo. Y estar juntos nos hubiera provisto una situación económica mucho mejor que estar separados”. Y después Cerati puso el ejemplo de los Sex Pistols, que volvieron diciendo que sólo lo hacían por el “sucio lucro”. “¿Vos les creés que sólo es por eso? No creo que ésa sea la única razón. Nunca hay una única razón. Y el dinero es lo que nos pagan por trabajar, como a todo el mundo.”