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Según el Ministerio de Industria, en el caso de autos, la base imponible pasa de 170 mil pesos a 195.500, lo que significa que los vehículos que tengan un precio al público superior a 274 mil tributarán una alícuota de 30 por ciento. Por su parte, los que tengan precios superiores a 442.470 se les aplica la alícuota de 50 por ciento.

Para las motos, con las nuevas bases, los vehículos con precios al público superiores a 48.400 correspondiente a una base imponible de 34.500 pesos están gravados con la alícuota del 30 por ciento. En el caso de aquellas motos con precios al público superiores a 112.600 están alcanzadas por una alícuota del 50.

En lo que hace a embarcaciones de recreo o deporte, están alcanzadas por la alícuota de 30 por ciento las de precios al público superior a 216 mil pesos y con 50 por ciento las de precios superiores a 498.300. Las aeronaves que cuesten al público más de 274.400 pagarán 50 por ciento de alícuota.

La ministra Débora Giorgi afirmó que “el objetivo de la modificación de las bases imponibles es no afectar la producción nacional y el trabajo con el impuesto interno, pero al mismo tiempo mantenerlo para aquellos bienes que representan consumos lujosos”. "Contrariamente a lo que se argumentó maliciosamente -dijo-, el impuesto interno no fue ni será el factor que determinó la ralentización de la producción de autos o motos.”

Giorgi agregó que “tal como se dijo en su momento, las subas de precios injustificadas y las estrategias comerciales erróneas o especulativas tuvieron que ser neutralizadas por el gobierno para mantener la actividad en niveles razonables. Esta medida va en el mismo sentido: defender la producción y el trabajo”.