La ley fue entregada al presidente del Senado y del Congreso, Renan Calheiros, por los ministros de Hacienda, Joaquim Levy, y de Planificación, Nelson Barbosa. El relator de la propuesta del Ejecutivo en la Comisión de Presupuesto del Congreso, el diputado Ricardo Barros, admitió que a partir de este momento la responsabilidad para encontrar una salida a la aguda crisis económica que sacude al gigante sudamericano es compartida por el Parlamento y el gobierno central.

Pese a la difícil situación, Barros agradeció al gobierno el hecho de haber enviado un presupuesto "realista" y dijo que el Congreso trabajará para revertir el cuadro, aprobando un Presupuesto que no sea deficitario. "Tenemos que aumentar los ingresos y cortar los gastos, son las únicas soluciones", constató el legislador. "Mantener el Presupuesto con déficit no es bueno para Brasil, no es una buena señal para los mercados", agregó.

El documento presentado por el gobierno será analizado por la Comisión Mixta de Presupuesto y tiene tiempo de ser aprobado hasta el 22 de diciembre, cuando el Congreso entra en receso. En caso de que no sea votado hasta esa fecha, el gobierno comenzará el próximo año pudiendo gastar por mes el equivalente a la duodécima parte del Presupuesto previsto para 2015, hasta que el Congreso apruebe el nuevo presupuesto.

La situación de la economía brasileña, reflejada en el reconocimiento de que el año que viene el Estado tendrá más gastos que ingresos, y que no podrá reservar nada para pagar los intereses de la deuda pública, que tenderá a aumentar, fue calificada como "extremadamente preocupante" por el vicepresidente de la República, Michel Temer, quien, sin embargo, ponderó, al igual que el diputado Barros, el hecho de que haya transparencia en la gestión del gobierno.

Una de las principales causas del déficit previsto para el año próximo es que no prosperó la iniciativa del equipo económico, lanzada la semana pasada, de reactivar un impuesto a los cheques (CPMF) que fue anulado en 2007.