Se espera que más de siete millones de usuarios se vean forzados a hallar medios alternativos de transporte por el paro, que involucra a los 33.000 empleados de subtes y de las empresas de colectivos y que llega en el momento más intenso de la semana de compras navideñas y de la temporada turística.

"Esta es una lucha por la dignidad y el respeto, conceptos que son muy extraños para las autoridades. Los empleados de transporte están cansados de ser despreciados y poco respetados", dijo el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Transportes (TWU), Roger Toussaint, al anunciar el paro.

El gremio se opone al propósito de la Autoridad de Transprte Metropolitana de suscribir un nuevo convenio colectivo de trabajo que supone recortes jubilatorios y en los seguros de salud.

"No hay razón para estos recortes, especialmente en un año en el que la MTA tuvo un superávit de 1.000 millones de dólares", agregó Toussaint en conferencia de prensa.

El alcalde de Nueva York, el republicano Michael Bloomberg, puso inmediatamente en efecto un plan de emergencia para evitar grandes trastornos por el paro, que obliga a los vehículos que quieran entrar en Manhattan a ir con al menos cuatro ocupantes y que restringe el tránsito de camiones de reparto.

La noticia desató críticas del alcalde, el gobernador del estado, George Pataki, y las autoridades de la MTA.

"Esto no es sólo una afrenta al concepto del servicio público, es un cobarde intento de Roger Toussaint y del TWU de poner a la ciudad de rodillas para mejorar su propia posición en las negociaciones", dijo Bloomberg en rueda de prensa.

El presidente de la MTA, Peter Kalikow, calificó la huelga de "cachetazo en la cara" de todos los neoyorquinos y dijo que los abogados del estado recurrirán inmediatamente a la justicia para que ordene el fin de la protesta.

El alcalde Bloomberg señaló que cada día de huelga provocará pérdidas por unos 400 millones de dólares.

La última huelga de trasnportes en Nueva York ocurrió en abril de 1980 y la protesta duró 11 días.

Los trabajadores de trasnporte de Nueva York son empleados públicos a los que una ley les prohíbe hacer huelga, y pueden ser multadas con 25.000 dólares diarios si realizan un paro.

Fuente: Télam-SNI