En el acto de egreso de casi 250 cadetes de las Fuerzas Armadas que ascendían a alféreces, guardiamarina y subtenientes, Kirchner afirmó que "tenemos el deber y el derecho de conocer los hechos de nuestra historia reciente" y que "hallar la verdad es nuestra obligación legal y ética".

Como en ediciones anteriores, el primer mandatario centró su discurso en la defensa irrestricta por los derechos humanos y pidió justicia por la represión ilegal. "Con memoria pero sin rencores". Por otra parte llamó a "cambiar definitivamente las lógicas de las relaciones cívico-militares que contraponen ambos conceptos como contradictorios y opuestos" y reemplazar esa visión arcaica por un vínculo distinto que integre al conjunto de la sociedad con las Fuerzas Armadas.

El jefe de Estado remarcó también que el Gobierno requiere de "Fuerzas Armadas altamente profesionalizadas, prestigiosas y comprometidas con un futuro mejor". Finalmente, Kirchner sostuvo que es una prioridad impulsar la investigación tecnológica y científica en la esfera militar, la modernización del sector castrense y la producción para la defensa, entre otros puntos.