Fujimori, quien estuvo varios años refugiado en Japón aprovechando su doble nacionalidad, fue detenido en Chile en noviembre de 2005 y semanas después Perú pidió su extradición. En un intento por escapar a un proceso el ex presidente fue incluso candidato a senador en las elecciones japonesas de julio. Fujimori -actualmente bajo arresto domiciliario en Santiago- debería ser enviado de regreso al Perú en un plazo que va de un día a tres meses.

Fujimori es reclamado en su país por dos cargos de violaciones de los derechos humanos y por diez de corrupción. Las acusaciones mayores son por las matanzas de La Universidad de la Cantuta y de Barrios Altos, en ambos casos en Lima, que costaron la vida a 25 personas en 1991 y 1992.

Estos actos fueron ejecutados por un escuadrón del ejército denominado Grupo Colina durante la guerra interna contra la guerrilla maoísta Sendero Luminoso. La justicia peruana acusó a Fujimori de tener responsabilidad en ambos hechos como coautor de los delitos de homicidio calificado, tortura y desaparición forzada de personas, considerados de lesa humanidad.

Fujimori tuvo un ingreso fulgurante a la política peruana en 1990. Ingeniero con especialidad en matemáticas y profesor universitario poco conocido, sedujo al país con su mensaje de desprecio hacia los políticos tradicionales, derrotando al archifavorito, el escritor Mario Vargas Llosa.

Conocido por su autoritarismo, Fujimori ejerció el poder con mano dura apoyándose en las Fuerzas Armadas, su principal soporte durante su gobierno, en cuyo transcurso otro grupo guerrillero, el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru tomó por asalto la residencia del embajador japonés en Lima y retuvo rehenes durante meses, crisis que finalizó con un sangriento asalto militar.

Fuente: AFP