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“La gente estaba profundamente agradecida de que los ayudemos. Hasta nos pedían disculpas porque nos estábamos ensuciando.” Así cuenta un grupo de estudiantes de la UBA el viaje que realizaron a Santa Fe para llevar donaciones y ayudar a las personas damnificadas por las inundaciones. Ahora preparan una nueva serie de viajes solidarios.
El primer viaje se realizó el fin de semana pasado. Fueron 30 alumnos de las facultades de Arquitectura, Ciencias Exactas, Ciencias Sociales y el CBC. “No teníamos claro qué íbamos a encontrar y, la verdad, que es muy diferente verlo por la tele que estar ahí”, cuentan Sebastián Torrella, Martín Bustamante y Nicolás Nucifora, tres de los estudiantes que trabajaron en coordinación con uno de los centros de evacuados repartiendo comida y ropa, limpiando casas arruinadas. “Lo terrible es que todo depende de la solidaridad. La gente de allá no tiene nada. El gobierno tendría que estar haciendo algo –agregan–. Vimos mucha bronca, personas con los ojos llenos de lágrimas. También había mucha noción de que sólo con la unidad van a poder salir adelante.”
La convocatoria partió de los centros estudiantiles de las facultades. “Se anotaron un montón de chicos. Sobre todo para tener la garantía de que las cosas que donaban realmente llegan”, dijo Laura Kniznik, militante de la CEPA y consejera superior de la UBA. Otro grupo de estudiantes viajará hoy y la idea es continuar con el trabajo solidario todos los fines de semana que se pueda. “Queremos aportar desde lo que estamos estudiando –explicó Kniznik–. No sólo hace falta comida, también médicos o arquitectos para ayudar con las casas.” En los centros de estudiantes se reciben donaciones: además de ropa y comida, hacen falta medicamentos, barbijos y guantes de goma. Los estudiantes están convocando para ello a los laboratorios medicinales y también piden ayuda para financiar el transporte.