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Con debates hacia dentro y hacia afuera, con actividades académicas y otras abiertas a la comunidad, la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) celebra este año el 120º aniversario de su fundación. Ayer se realizó el acto oficial y quedó inaugurado el Congreso “Filo: 120. Legados, debates, desafíos”. “Los 120 años son un motivo de celebración y, en algún sentido, una excusa para realizar una serie de actividades que nos permitan a los integrantes de nuestra facultad reunirnos y, a la vez, establecer un diálogo con la sociedad”, destacó Graciela Morgade, decana de Filosofía y Letras, en diálogo con Página/12.

La facultad fue creada en 1896, cuando el presidente José E. Uriburu firmó el decreto que respondía a un pedido de la UBA formulado ocho años antes, un pedido que era expresión de la reacción ante lo que Alejandro Korn llamó el “utilitarismo profesional” en la enseñanza universitaria, hasta entonces dominante en la casa de estudios. Inicialmente, la facultad ofrecía a sus graduados el título de Doctor en Filosofía y Letras. Hoy dicta nueve carreras de grado, títulos de licenciatura en Letras, Filosofía, Artes, Ciencias antropológicas, Geografía, Bibliotecología y ciencias de la información, Historia, Edición y Ciencias de la educación. Además, dicta quince maestrías y doce doctorados en esas disciplinas de las ciencias sociales y humanas.

“La fundación de la facultad tuvo que ver con un proyecto que apuntaba a la formación académica de una elite –observó Morgade–. A lo largo de sus 120 años, la facultad fue atravesada por cambios y discusiones propias de cada momento histórico. En estos últimos años, de la mano del kirchnerismo, se fue planteando una transformación de esa institución elitista en una institución que se inscribe en la concepción de la educación superior como un derecho, en un proyecto de inclusión social para los jóvenes.”

En ese contexto –dijo la decana–, “entendemos a la docencia, la investigación y la extensión como una práctica integral productora de conocimiento. La facultad es una institución que tiene como faro producir conocimiento, pero en diálogo con otros actores sociales. Nuestro objetivo es que todos los estudiantes tengan la oportunidad de formarse en todas las carreras a partir del trabajo territorial, reuniendo a la investigación con la extensión”.

La celebración de los 120 años de Filosofía y Letras tuvo su estreno ayer, con un acto del que participaron Morgade, el vicedecano Américo Cristófalo, y los profesores Noé Jitrik y Adriana Puiggrós. El Congreso Filo: 120 –que quedó formalmente inaugurado, aunque sus jornadas centrales se realizarán en noviembre– incluirá conferencias, paneles de debate, presentación de trabajos, muestras de fotografías, videos y publicaciones, cartografías de datos y sedes, entre otras actividades que perseguirán dos grandes objetivos. El primero es abrir un debate sobre el estado actual de las ciencias sociales y las humanidades, mediante categorías que habiliten un espacio de encuentro entre los diferentes saberes especializados que habitan la facultad. Y el segundo objetivo es reponer la historia de la facultad en diferentes dimensiones, a partir del material de investigación producido por docentes, tesistas, becarios, y también del material de archivo que conserva la institución. Está prevista la muestra Memoria Filo: 120.

La revisión del pasado y el presente de la facultad implica también la pregunta por el futuro. “Estamos muy atentos y preocupados por el devenir de las políticas universitarias nacionales –respondió la decana de Filosofía y Letras–. El discurso que se lee y escucha es muy crítico de la universidad pública. Esperamos que no se discontinúen las políticas y las inversiones presupuestarias que se venían realizando para el sistema universitario nacional. La universidad debe seguir generando condiciones para que los estudiantes ingresen y permanezcan en la institución”.