Un equipo de estudiantes, docentes y profesores de la Facultad de Odontología (UBA) está atendiendo a unos 2500 aborígenes wichis y cholotes de Salta. El programa de prácticas solidarias, que se realiza esta vez por segundo año consecutivo, comenzó el sábado pasado y seguirá toda esta semana, hasta el próximo sábado. “Les enseñamos cepillado dental y, a los que necesitan, les diseñamos y entregamos las prótesis. También estamos desarrollando un estudio epidemiológico. Además de atender, vamos a hacer un seguimiento de las personas que vimos el año pasado”, explicó a Página/12 el decano de Odontología, Máximo Giglio.
La delegación odontológica está integrada por cuatro profesores, dieciséis docentes, otros tantos alumnos avanzados y doce técnicos de laboratorio (los llamados mecánicos dentales). También participan dos médicos y otros diez odontólogos de Gendarmería Nacional.
El periplo empezó el sábado. Los profesores, docentes y estudiantes viajaron desde Buenos Aires en avión hasta Jujuy. Se tomaron un micro hasta Tartagal y, desde ahí, el resto del camino, unos 180 kilómetros, se realizó en unimogs para sortear las dificultades que se presentan para acceder a la zona. Las prácticas solidarias se están realizando en las localidades salteñas de Santa Victoria Este, Misión La Paz, Las Vertientes y La Puntaria.
“El año pasado atendimos a 1400 personas de las comunidades indígenas wichis y cholotes de la zona. Hicimos 3400 prestaciones”, contó Giglio. Esta vez, se aspira a extender el alcance y llegar a 2500 personas. La tarea concreta de los profesores, docentes y estudiantes consiste en revisar a los aborígenes, hacer un diagnóstico, tratarlos y enseñarles a cuidar sus dientes. Cuando es necesario reemplazar piezas dentales, “los odontólogos y los estudiantes toman las impresiones, diseñan las prótesis y los mecánicos dentales se encargan de confeccionarlas, trabajando de noche”. En el 2001 se hicieron más de 200 prótesis.
La inversión de la facultad para financiar esta práctica solidaria rondó los 40 mil pesos: equipos móviles, instrumental, transporte, comida, seguros de vida y de salud para los docentes y los estudiantes, vacunas, entre otras cosas. La colaboración de laboratorios farmacéuticos y de la industria de artículos odontológicos permitió llevar, además, medicamentos y materiales. También se llevaron ropas y alimentos no perecederos. Gendarmería Nacional aporta el apoyo logístico y el gobierno salteño, una escuela donde está instalado el equipo de la facultad.
Para participar de la expedición se inscribieron más de cien estudiantes, todos voluntarios de Odontología. “La facultad seleccionó a los mejores promedios entre los alumnos más avanzados en la carrera –dijo el decano– para que la práctica profesional sea de la mayor calidad posible.”