El Barcelona español y el Manchester United inglés disputarán hoy en el mítico estadio londinense de Wembley una final de Champions League que tiene todos los ingredientes para entrar en la historia, con los dos mejores equipos europeos de la última década. “Es la final soñada”, coincidieron antes del partido el presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, y el rosarino Lionel Messi, en un duelo que reúne a una buena representación de los mejores futbolistas del planeta. “Sin duda es el partido más importante que puede haber ahora en Europa”, insistió el volante del Manchester, Michael Carrick.

El conjunto catalán cuenta con los tres mejores jugadores del mundo (Messi, Andrés Iniesta y Xavi Hernández), según la votación del trofeo Balón de Oro organizada por la FIFA en enero último, además de tener a ocho campeones del mundo de la selección española. El Manchester United tiene a jugadores de la calidad de Wayne Rooney o Ryan Giggs, además de la nueva estrella emergente, el mexicano Javier Hernández, y otros jugadores de gran calidad técnica como el portugués Nani, el brasileño Anderson o el ecuatoriano Antonio Valencia.

Barcelona podría convertirse en un equipo legendario si consigue lo que sería su tercer triunfo en seis años, después de los logrados en 2006 y 2009, al tiempo que su entrenador, Josep Guardiola, de apenas 40 años, sería el técnico más joven en lograr dos títulos de la competición. Guardiola lograría además su décimo título en tres temporadas en un Barcelona que ya puede compararse a equipos legendarios como el Real Madrid de los ’50, el Ajax de los ’70 o el Milan de los ’90. Por su parte, el técnico del Manchester United, Alex Ferguson, podría lograr su tercer título de la Champions e igualar el record de su compatriota Bob Paisley, que logró tres con el Liverpool a finales de los ’70.

El mundo entero se paralizará para seguir el duelo entre los dos mejores equipos de las ligas más prestigiosas del mundo en este momento, la española y la inglesa. El duelo servirá para ver si el escocés Ferguson puede frenar el juego asociado del Barcelona, esa forma de jugar de toque continuo y posesión de pelota que desgasta a los rivales, y que la selección española también ha hecho propia. Ferguson ha dejado entrever que no utilizará la táctica que intentó el Real Madrid de poner a un hombre siguiendo a Messi y tratará de cerrar espacios, con un 4-4-2 de ayudas continuas de ataque y centro del campo.

“Siempre hay una solución para contrarrestar a un buen jugador y espero que tendremos una el sábado (por hoy). Ellos tienen buenos jugadores, pero nosotros también. Es por ello que se trata de un partido tan atractivo. Estoy seguro de que Barcelona sabe que podemos ganarles”, afirmó Ferguson. Una victoria del Manchester United serviría como regalo de despedida a su arquero, el holandés Edwin van der Sar, que se retira con casi 41 años tras este partido.

El Barcelona será fiel a su esquema de ataque que tantos éxitos le ha dado. Guardiola no se arriesgará a poner en el lateral izquierdo a Abidal, luego de operación, y dejará en ese lugar a Carles Puyol, colocando al argentino Javier Mascherano como marcador central acompañando a Piqué, en una fórmula que la ha dado resultado en los últimos tiempos.

El partido será la revancha de la final de 2009, en la que Barcelona se impuso 2-0 en Roma y el equipo que gane logrará su cuarto título, igualando la cifra de Ajax y Bayern Munich.

Messi, que lleva 11 goles, intentará marcar al menos uno más que le permita empardar el record de 12 en el torneo que tiene el holandés Ruud van Nistelrooy, cuando jugaba en el Manchester United en 2003. Barcelona parece salir como favorito, algo que conviene al Manchester United, aunque Guardiola no está de acuerdo. “El nivel es parecido, dos equipos muy competitivos, muy fuertes, que pueden formar cuatro o cinco alineaciones distintas sin mayores problemas, y todas son competitivas”, dijo el técnico catalán, antes de la final soñada.