La medalla de oro llegó finalmente para Argentina. A dos días de la finalización de los Juegos Olímpicos en Londres, el taekwondista correntino Sebastián Crismanich fue el protagonista al llegar a lo más alto del podio. En la categoría hasta 80 kilos, superó 1-0 en la final al español Nicolás García Hemme. Esta es la primera vez que este deporte obtiene el primer puesto en un Juego Olímpico. El correntino celebró entre lágrimas haber logrado la medalla y resaltó que es “un sueño cumplido” haber llegado a ese logro. “La verdad que es inexplicable lo que siento. Es un sueño cumplido ganar la medalla de oro. Lo veníamos hablando que se podía dar, pero nunca me imaginé conseguirlo”, admitió un emocionado Crismanich.

El ganador no se conformó con ser campeón olímpico y rápidamente aseguró que buscará “nuevas metas” en su carrera para seguir progresando. Crismanich se acordó además del pueblo correntino: “No me puedo imaginar la alegría que deben tener, debe igualar la mía o superarla. Sé que estuvieron prendidos en la televisión”.

En la ronda inicial, Crismanich, séptimo preclasificado, superó 9-5 al neocelandés Vaughn Scott, en cuartos venció 9-1 al afgano Nesar Ahmad Bahawi y en semifinales le ganó 2-1 al armenio Arman Yeremyan.

El combate decisivo frente a García Hemme, quinto favorito de la competencia, fue cerrado y se definió recién en el tercer round. El argentino sacó rédito de su mayor capacidad de improvisación, así como de su talento para hilvanar movimientos ofensivos ante un rival inteligente, calculador, que con menos aptitudes supo mantener sus ilusiones hasta el final.

Crismanich buscó insistentemente la combinación de rápidas patadas altas para marcar la diferencia, que sin embargo consiguió sobre el epílogo con una patada circular al plexo, en tijera. El correntino logró así instalar la bandera argentina en lo más alto y la satisfacción para toda la delegación. Así llegó su abrazo con Gabriel Taraburelli, su entrenador y quien se había quedado en las puertas de una medalla cuando fue cuarto en Sydney 2000.

Sebastián, quien nació el 30 de octubre de 1986, es el hermano menor de Mauro, el primero de los dos en acercarse al taekwondo. Según reconoció Sebastián en una entrevista con el sitio especializado Solo TKD, en 2010 comenzó a practicar el deporte para “seguir” a Mauro, ya que “a él le gustaban las artes marciales”. Cuando fueron consiguiendo buenos resultados a nivel nacional, los hermanos Crismanich se mudaron a Córdoba para perfeccionar su entrenamiento. En esa ciudad, Sebastián comenzó sus estudios de agronomía, en la Universidad Nacional de Córdoba, aunque los postergó en 2012 para darle prioridad a la preparación de los Juegos de Londres.

Entre los logros más destacados del menor de los Crismanich, apodado “Pupi”, previo a la consagración olímpica, se destacan las medallas de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, donde venció al venezolano Carlos Vásquez, y en los Panamericanos de Taekwondo en Querétaro, también el año pasado. Pero lo conseguido ayer quedará guardado en un lugar muy especial el resto de su vida.