“Ser parte del FMI es como ser socio de un club muy caro, del cual no aceptamos usar sus instalaciones. No queremos ir a la pileta para no tener que pasar por la revisión médica. El FMI está para auditar nuestras cuentas externas”, sostuvo ayer el candidato a vicepresidente de la Udeso, Javier González Fraga. Quizás ésta sea la definición más tajante de la UCR en plena campaña electoral, es decir, la formalización de un pedido para que el Fondo tenga nuevamente un espacio para operar dentro de la Argentina. La frase fue pronunciada en un seminario organizado por la oposición (UCR, CC y el Peronismo Federal) para reflexionar sobre el Presupuesto 2012 en un contexto de crisis internacional. Sin embargo, hubo más crítica política hacia el modelo económico del kirchnerismo que un análisis detallado de la ley de leyes. El resto de los expositores fueron Adrián Ramos, jefe del equipo económico de Ricardo Alfonsín; el diputado Alfonso Prat Gay (CC) y Rogelio Frigerio (nieto), titular de la consultora Economía y Regiones y legislador porteño electo por el PRO.

“La buena performance de Brasil y la soja fueron dos bálsamos que nos hicieron ignorar la crisis internacional. En los últimos dos años, Argentina demostró torpeza pura, por eso estamos mucho peor que en 2009. No tenemos tantas reservas y la situación fiscal es compleja. De todas maneras, la crisis no es tan grave”, sostuvo González Fraga.

El discurso de todos los expositores convocados por la oposición parlamentaria penduló entre el reconocimiento de que la crisis no será tan dura para el país y la supuesta falta de condiciones (y voluntad) para afrontarla. Por ejemplo, Prat Gay sostuvo que el Ejecutivo debería plantear un aumento del gasto público, como se hizo hace dos años para sostener los niveles de la demanda y el consumo. Es verdad que a diferencia de otros presupuestos, el actual presenta un incremento del gasto más moderado (18,8 por ciento). Lo curioso es que durante la primera fase de la crisis internacional, la oposición criticaba la orientación de las políticas contracíclicas aplicadas por el Ejecutivo.

“El precio de la soja seguirá siendo bueno, los valores de este cultivo están por arriba del 20 por ciento en comparación con el promedio de los últimos cinco años. Y la relación cambiaria con Brasil sigue siendo favorable para el país”, explicó Frigerio y se preguntó: “¿Entonces por qué la sensación térmica de que la crisis nos pegará?”. La instalación de la idea de crisis también tiene una dimensión discursiva. “Por las inconsistencias del modelo. Hoy no hay políticas anticíclicas. Creo que igual no nos golpeará tanto”, reflexionó el economista.

Sobre el contenido puntual del Presupuesto, los expositores cuestionaron el índice de inflación previsto en 9,2 por ciento. Por usar el indicador del Indec, Prat Gay calificó al texto de “inmoral”. Además, el lilito cuestionó “la habitual subestimación de recursos”. “De esta manera, hay una mayor cantidad de fondos que son manejados por la Nación de manera discrecional y que luego son enviados a las provincias para que los intendentes sean elegidos gracias a las obras públicas que realizan. Por lo tanto, tenemos que preguntarnos cómo se distribuye el gasto”, argumentó el diputado de la Coalición Cívica.

La crítica del legislador apuntó a cuestionar el uso de las facultades delegadas que le permiten al Ejecutivo reasignar partidas por fuera de lo estipulado en el Presupuesto. También apunta a cuestionar las decisiones de política económica que orientan esas decisiones de inversión por parte del Ejecutivo.

Al término del seminario, Prat Gay afirmó que si el “Gobierno sostiene las variables macroeconómicas presentadas, evaluaremos la posibilidad de contar con un dictamen propio”. En realidad, la oposición está en una encrucijada, ya que no quiere repetir lo ocurrido el año pasado, cuando el Presupuesto no pudo tratarse producto de la puja con el oficialismo. Algunos bloques, como el PRO, adelantaron que las variables del actual texto “son más creíbles” que otros años. A su vez, la mayoría de los legisladores aceptaron dar quórum para que la iniciativa llegue al recinto, una vez transcurridas las elecciones del 23 de octubre.

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