La ola de violencia criminal se agravó en San Pablo tras registrarse otros doce asesinatos y quince heridos de bala y continuó en el estado meridional brasileño de Santa Catarina, con trece ataques en diez ciudades, en pocas horas, entre la noche del miércoles y la madrugada de ayer, según reportó la portavoz de la policía militarizada local. Según la teniente coronel Claudete Lehmkuhl, los incidentes, que no dejaron muertos ni heridos graves, aumentaron a 38 el número de ataques generados desde el lunes, cuando se inició la escalada de violencia en el estado, que históricamente registra bajos índices de criminalidad y que es uno de los destinos preferidos de turistas –especialmente argentinos– que viajan a visitar Brasil.

Lehmkuhl informó que entre las ocho de la noche del miércoles y las cuatro de la madrugada de ayer, siete micros fueron incendiados en la capital Florianópolis y en las ciudades de Tijucas, Palhoa y Gaspar. Los ataques incendiarios también afectaron al edificio de una escuela abandonada y a vehículos dedicados al transporte de trabajadores y estudiantes. Además, delincuentes atacaron a disparos dos comisarías, una de ellas ubicada en el balneario Camboriú, el principal centro turístico del Estado.

Según la policía local, en las últimas horas más de 30 personas fueron detenidas bajo sospecha de haber participado en los ataques, que habrían sido ordenados por líderes de bandas de delincuentes presos en penales del Estado, tal como ocurre en la ciudad de San Pablo, que desde octubre vive una escalada de violencia presuntamente comandada por la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC).

El jefe de la Fiscalía de Santa Catarina, Lio Marin, admitió que se ha detectado en los penales una facción similar al PCC, autodenominada Primer Grupo Catarinense (PGC). “Hemos identificado la existencia del grupo en 2011, pero todavía no sabemos quiénes son los comandantes”, afirmó, en declaraciones que publicó ayer el diario Folha de Sao Paulo.

El periódico afirmó que las autoridades de Santa Catarina investigan la posibilidad de que los ataques hayan sido ordenados por líderes del PGC arrestados en el penal de máxima seguridad de San Pedro de Alcántara, ubicado en la región metropolitana de Florianópolis, como represalia a supuestas torturas a reclusos practicadas allí.

Pese a que las autoridades no descartan ninguna hipótesis, el comisario general de la Policía Civil de Santa Catarina, Aldo Pinheiro, afirmó que los actos violentos al parecer fueron ordenados por líderes de grupos criminales que están presos y que mantienen contactos con sus cómplices fuera de las cárceles. La orden para tirotear los puestos policiales e incendiar los colectivos sería una represalia a supuestos maltratos sufridos por esos presos en las cárceles. “No podemos dar más detalles para no dificultar las pesquisas, pero ésa es nuestra principal línea de investigación”, afirmó Pinheiro. Según el balance de la Secretaría de Seguridad Pública, que todavía no actualizó las cifras tras la también violenta noche de ayer, de los 36 presos acusados de participar en al menos 25 diferentes ataques, 21 fueron detenidos en flagrancia debido a que portaban material incendiario, incluyendo tachos de combustible.

Para hacer frente a la ola de violencia, las autoridades de Santa Catarina anunciaron una acción conjunta de las policías Civil, Militarizada y de Carreteras, así como el intercambio de información entre diferentes organismos de seguridad pública.

Según consigna el Jornal do Brasil, tres policías fueron asesinados en el barrio paulista de Penha durante la madrugada de ayer, dos de ellos ajusticiados por una dupla de hombres subidos a una motocicleta. Entre enero y septiembre de este año, según datos oficiales, se registraron en la región metropolitana de San Pablo 982 homicidios, cifra que supone un incremento del 22 por ciento frente al mismo período del año pasado y que es resultado principalmente del aumento de ataques a blancos como comisarías y colectivos de pasajeros.

Entre tanto, al menos doce personas fueron asesinadas y quince resultaron heridas de bala en las últimas horas en San Pablo. Siete de los asesinatos se registraron en su área metropolitana, la zona más azotada por la escalada de violencia que se registra desde comienzos de octubre, según reportes de las comisarías citados por los medios de comunicación paulistas. Los otros cinco asesinatos ocurrieron en la ciudad de Araraquara, ubicada a 270 kilómetros de la capital regional, en dos ataques perpetrados antenoche, el primero contra un grupo de personas que caminaban por la calle y el segundo contra los clientes de un bar.

La policía todavía desconoce si estos crímenes están relacionados entre sí o con la ola de violencia que azota la capital, que en parte se atribuye a la mencionada banda de narcotraficantes Primer Comando de la Capital.