Replica
Queremos expresar nuestra discrepancia con algunos conceptos publicados
en la nota del 31/10/99 titulada Temor a la competencia importada.
El cerdo busca quien lo proteja. En primer lugar, los granjeros
argentinos no necesitan cinco años para demostrar que pueden
ser eficientes produciendo carne de cerdo. Esto ya está demostrado.
Sus costos de producción son similares a los de EE.UU. o
Canadá y muy inferiores a los de Dinamarca u Holanda. El
país cuenta con tecnología apropiada y con los insumos
básicos, maíz y soja, en abundancia para cubrir eficientemente
la demanda interna y para exportar, con precios competitivos, calidad
y alto status sanitario. Lo que los productores reclaman es que
las importaciones de cerdo que realiza la industria nacional se
ajusten a las normas de la OMC. La carne importada de Brasil cuenta
con diversos subsidios que totalizan un 17,5 por ciento, según
demuestra un estudio realizado por el ingeniero Alberto De las Carreras.
Agréguese a esto la brutal devaluación del real, no
compensada todavía. Este único reclamo motiva el estado
de movilización en que se encuentran los productores, que
hace pocos días manifestaron ante la SAGPyA y la Cancillería.
En segundo lugar, deseamos refutar el concepto de H. Carassai, de
Unica, respecto de que para que una granja sea rentable necesita
no menos de 1000-1200 madres alojadas a un costo de unos U$S 3000
cada una. El INTA ha generado tecnología para producir con
una inversión menor a un tercio de esa cifra y ha demostrado
que este modelo de producción porcina es particularmente
apto para medianos agricultores argentinos. La concentración
en pocas manos no es necesaria para lograr una producción
económicamente eficiente.
Andrés E. Carden, Ph D
Pedro R. Goenaga, M Sc
Investigadores del INTA especialistas en Producción Porcina.
Pergamino
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